En el marco del 45º aniversario del asesinato del Padre Luis Espinal, la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Bolivia estuvo presente en el emotivo homenaje organizado por el Café Semilla Juvenil.
En representación del embajador César Trómpiz, la consejera Fabiola Hernández asistió a la romería y concentración celebradas en el mirador «Luis Espinal Camps», ubicado en la urbanización Las Nieves, lugar que perpetúa la memoria de este valiente sacerdote y mártir boliviano.
El 21 de marzo de 1980, el Padre Luis Espinal, jesuita y defensor incansable de los derechos humanos, fue brutalmente asesinado por el fascismo en Bolivia. Su muerte sigue siendo uno de los episodios más dolorosos de la historia reciente de América Latina.
Espinal fue un firme crítico de las dictaduras en la región y un ferviente defensor de la justicia social, lo que lo convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad y los derechos humanos, en un contexto de represión y violencia política.
El acto homenaje reunió a un nutrido grupo de jóvenes, movimientos sociales, grupos de solidaridad y diplomáticos, quienes alzaron sus voces en honor a la memoria del sacerdote.
Durante la romería y la misa conmemorativa, se reafirmó el compromiso con la causa de los pueblos latinoamericanos en su lucha por la liberación, un legado que Espinal dejó como faro de esperanza y resistencia.
El mirador «Luis Espinal Camps» se ha convertido en un punto de referencia para recordar a todos aquellos que, como él, han caído en la lucha por la justicia. Cada año, en esta fecha, se realizan actos de conmemoración para mantener viva su memoria.
El Café Semilla Juvenil, organizador de este encuentro, también resaltó la importancia de continuar el legado del Padre Espinal, resaltando la necesidad de mantener la unidad en la lucha por una América Latina más libre de opresiones.
La conmemoración de este aniversario también rememora los oscuros días de las dictaduras en la región, especialmente el Plan Cóndor, que incluyó la participación de fuerzas extranjeras fascistas en la represión de los movimientos populares.
T/Prensa MPPRE/RNV