En la historia de Venezuela se han registrado sismos de moderadas magnitudes, que han representado uno de los mayores riesgos potenciales en pérdidas humanas y económicas para el país.
Según la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) manifiesta que durante el periodo de 1530 al 2004 han ocurrido al menos 130 eventos telúricos, los cuales han provocado daños en varias poblaciones del país.
Estas medidas se dividirán en tres fases: antes, durante y después del movimiento telúrico.
Antes del terremoto:
Elabore un plan familiar de emergencias. Es sencillo y puede salvar la vida de su familia.
Prepare el maletín con alimentos no perecederos, radio, linternas, suficientes baterías desechables, documentos personales, medicinas y protectores para cubrir la nariz.
Organice a la familia para planear como actuar en caso de un sismo.
Inspeccione toda la casa, a los efectos de prevenir incendios.
Coloque las botellas de gasolina u otro líquido inflamable en el fondo de un estante para que no se caigan.
Asegúrese que no se volcarán las bombonas de gas.
Inspeccione constantemente las cocinas.
Asegure los muebles, de manera que no se caigan con un temblor.
Provéase de un extintor de incendios con suficiente capacidad.
Prepare con anticipación una salida de emergencia que no tenga obstáculos.
Durante el terremoto:
Es esencial mantener la calma y no desesperase durante el tiempo que ocurra el sismo.
Debe esperar unos minutos luego de finalizado el movimiento brusco de tierras, para estar seguro que no habrá réplicas.
Protege a las personas vulnerables.
En caso de encontrarse dentro de un edificio colóquese debajo del marco de una puerta o busque refugio debajo de una mesa o escritorio fuerte.
Manténgase alejado de ventanas, espejos y artículos de vidrio que puedan quebrarse.
Evite apoyarse en paredes.
Retire de la cocina ollas, braseros, cafeteras, sartenes o cualquier utensilio caliente.
Si se encuentra dentro de un edificio, no utilice los elevadores ni las escaleras durante el sismo.
Si se encuentra dentro de un vehículo, maneje serenamente hacia lugares que quede lejos de puentes o estaciónelo en sitios fuera de peligro, lejos de postes del servicio eléctrico.
En lugares públicos y concurridos (cine, teatro, estadio, salón de clases) salga serenamente, evite gritar, correr o empujar a otras personas. Si existe dificultad para salir, permanezca en el asiento, colocando los brazos sobre la cabeza y bájela hacia las rodillas.
Protéjase debajo de algún mueble pesado, tal como escritorios, mesas, bancas y aléjese de las vidrieras, ventanas, entre otros.
Compruebe que no se haya originado ningún incendio en el sector en que usted se encuentre. Si empieza alguno trate de extinguirlo inmediatamente.
Después del terremoto:
En caso de haber quedado atrapado, conserve la calma y trate de comunicarse al exterior haciendo ruido con un objeto.
Averigüe si se ha producido algún incendio en el sitio donde se encuentre.
Busque heridos y personas atrapadas.
No use los ascensores y sea cauteloso con las escaleras.
Inspeccione las conexiones de agua, gas y electricidad.
No encienda fósforos, velas, aparatos de flama abierta o eléctrica, hasta asegurarse de que no haya fugas de gas ni problemas en la instalación eléctrica.
Cierre la llave de paso del agua, en caso que hayan sufrido daños las cañerías principales.
Sin apresurarse, salga del edificio hacia los espacios abiertos, tenga cuidado si han caído pedazos del techo u otros escombros.
Diríjase a espacios libres, no realice ningún recorrido por la ciudad.
No se acerque a los edificios que hayan sufrido daño.
Si está conduciendo un vehículo vaya despacio y escuche atentamente la información sobre el tráfico transmitida por la radio.
En el caso de un fuerte terremoto las calles estarán agrietadas, los semáforos no funcionarán y se formará una confusión. Es mejor evacuar a pie, no lleve más que los efectos personales estrictamente necesarios para una situación de urgencia.
Evite caminar junto a un muro, tenga cuidado de cualquier cable eléctrico partido que haya quedado colgando, con las alcantarillas y sobre todo, no pase cerca de estructuras que hayan sufrido daños fuertes durante el evento natural.
Tras la experiencia de un evento como este, se pueden generar reacciones diversas de ansiedad y es normal, por tanto, en los días siguientes al movimiento telúrico, muchas personas demanden o necesiten un apoyo psicológico para reducir el estrés emocional
En cuanto a los niños si en su localidad ha habido algún movimiento sísmico y su hijo muestra signos de preocupación como falta de apetito, insomnio, miedo a los cambios de tiempo, temor a quedarse sólo, a que se repita el terremoto; escúchelo, tranquilícelo, y en caso de que persista el malestar, busque el apoyo de un profesional.
T/Mpprijp
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