El ritmo por excelencia del pueblo zuliano está de plácemes con el anuncio del ministro el Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, de elevar a la Unesco la propuesta de declarar a la gaita como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Según sus cultores, con esto se hace justicia histórica, ya que se garantiza la protección y promoción de un sonido identitario, amenazado por la trasculturización y el mercantilismo de la industria discográfica.
«Hemos decidido conspirar positivamente para elevar ante la Unesco la postulación de la gaita zuliana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad, que ya lo es de Venezuela. Es una manera de reivindicar la identidad de este pueblo hermoso, pero también de hacerle homenaje por la heroica resistencia que han demostrado la mujer y el hombre del Zulia, los niños y los adultos mayores, ante la inclemente agresión que ha sido desplegada contra este pueblo», fueron las palabras de Villegas al dar la información en la inauguración del capítulo zuliano de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), el pasado martes 6 de agosto.
De tal modo que la gaita se sumaría a las tradiciones venezolanas ya reconocidas por la oficina de la ONU, declaradas como patrimonio en la última década, a saber: los diablos danzantes de Corpus Cristi (2012), la Parranda de San Pedro (2013), la tradición oral del pueblo Mapoyo (2014), el cultivo y uso de la Curagua (2015), el Carnaval del Callao (2016) y los Cantos de Trabajo del Llano (2917). Un expediente que también está en cola para ser propuesto es el de los Palmeros de Chacao.
Las cultoras y los cultores de la gaita celebraron la noticia, refiriendo que el ritmo zuliano, que en el resto del país es sinónimo de navidad pero que en su tierra significa protesta, resistencia y rebeldía contra los poderosos, es una anuncio que esperaban desde hace mucho tiempo.
«!Mi apoyo absoluto y total a esa propuesta. Enhorabuena, porque la gaita es objeto de ataque permanente de los ritmos extranjeros, y resiste y se mantiene», escribió en su cuenta en Twitter el periodista marabino León Magno Montiel, quien se ha dedicado por décadas a la crónica gaitera.
Consultado por AVN, el gaitero Antonio Pernalete, del sector marabino 18 de Octubre, argumentó que la declaratoria será un homenaje a los baluartes históricos de este género, como Ricardo Aguirre «El monumental» y Astolfo Romero, quienes se dedicaron a través de sus canciones poner la cara por el Zulia y darle voz al pueblo.
«La gaita ha sido una forma de expresión del pueblo zuliano por mucho tiempo, se ha dedicado a hablar de su permanente inconformidad con los poderosos, con los opresores, y también ha sido nuestra forma de registrar para la historia nuestra identidad, nuestra forma de ser, nuestra cotidianidad como pueblo en esta tierra tan particular, calurosa, devota, de hermandad y solidaria, así que hacer oficial ante el mundo lo que ya es una realidad, que es patrimonio, me parece una noticia muy importante y que es justicia. Porque como dice aquella melodía de Maragaita, la gaita es grito de gloria del pueblo maracaibero», dijo el cultor.
Sobre lo que puede significar en la práctica que la gaita sea reconocida por la Unesco, Pernalete valoró que se logre destinar fondos para la formación de nuevos gaiteros, que se promueva la aparición de talentos con el apoyo a grupos infantiles y juveniles, se fomente la luthería para que puedan fabricarse instrumentos a precios accesibles, la garantía de la promoción con ayudas para grabaciones y normativas que ayuden a que suene más en la radio y en las nuevas plataformas digitales, «donde la competencia es muy desigual», subrayó.
El Diccionario General del Sur, de Luis Guillermo Hernández y Jesús Semprún, identifica a la gaita como un género mestizo de raíz principalmente española. Dice que tiene cuatro sonidos principales: el de la gaita de furro, que es la más conocida y que generalmente suena en noviembre y diciembre a partir de la Feria de la Chinita; la gaita de tambora, propia de las comunidades afro del Sur del Lago de Maracaibo; la gaita perijanera, que como su nombre lo indica, se desarrolló en la cordillera de Perijá; y finalmente la gaita de Santa Lucía, dedicada al culto de esta Virgen, que goza de gran devoción en la entidad y cuya festividad se celebra el 13 de diciembre.
Hernández y Semprún registran que la primera mención a una gaita en el Zulia data de 1668 en un documento localizado en la pared del antiguo Colegio Nacional de Maracaibo y registran que no fue hasta el año 2014 cuando el parlamento venezolano declaró al ritmo como patrimonio cultural nacional.
T/AVN