Cumbre Internacional contra el Fascismo clausura en Caracas con debate sobre resistencia y poder popular

Con un debate sobre resistencia y poder popular clausuró este miércoles, en la Casa Amarilla Antonio José de Sucre, en el centro histórico de Caracas, la Cumbre Internacional contra el Fascismo, que durante tres días acogió en la capital venezolana a más 200 invitados de 58 países, en conmemoración de los 20 años de los sucesos de abril de 2002, que abarcaron un golpe de Estado y el retorno al poder del presidente legítimo Hugo Chávez.

Las palabras de cierre estuvieron a cargo de los ministros del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Félix Plasencia, y para la Cultura, Ernesto Villegas, periodista autor del libro “Abril, golpe adentro”, en el que narra con detalles los sucesos ocurridos hace dos décadas.

En el debate de clausura participaron María del Sol de La Torre, coordinadora nacional de Concejales del Frente Patria Grande de la República de Argentina; Kwesi Pratt, secretario general del Movimiento Socialista de Ghana; Nohemí Egea López, miembro del partido político Esquerra Republicana de Catalunya (España) y Maureen Kasuku, activista del Movimiento Feminista y Antiimperialista de la República de Kenia.

El canciller Plasencia agradeció la participación de los invitados internacionales, a quienes animó a repetir y recordar en sus espacios que en Venezuela se dio hace 20 años un ejemplo de batalla, lucha y triunfo antifascista. “Este debe ser el primero de varios encuentros antifascistas en Caracas o donde nos convoquemos”, planteó.

“Hoy nos reunimos en Caracas como hace 200 años para desde aquí liderar la gesta emancipadora de nuestro continente, con el liderazgo del Libertador Simón Bolívar. 200 años después, el empeño de dignificación de la Revolución Bolivariana, liderada por el comandante Hugo Chávez y hoy el presidente Nicolás Maduro lidera la batalla de resistencia contra la imposición de medidas coercitivas unilaterales, contra el empeño fascista de impedir el triunfo de un proyecto político, de un empeño de corazón de comprometerse con la paz, la cooperación, la solidaridad y en el rescate de la unión nuestra de la Patria Grande. Hemos triunfado y estamos celebrando como hace 20 años”, afirmó el diplomático.

Durante su participación, el ministro para la Cultura, Ernesto Villegas, resumió los acontecimientos acaecidos hace 20 años, cuando la gesta “sorprendente, telúrica, definitiva, inusual y extraordinaria” del sujeto pueblo derrotó el golpe de Estado perpetrado por el “aparato comunicacional, mediático, eclesiástico, político, militar, económico, sicológico, que causó una conmoción dos días antes con una verdadera celada contra los ciudadanos venezolanos”.

Comentó sobre la marcha opositora cuyos líderes desviaron hacia el Palacio de Miraflores el 11 de abril de 2002; la defensa organizada que activó el pueblo bolivariano alrededor de la sede del Gobierno y la decisión de Chávez de declararse un presidente prisionero ante el riesgo de detonarse una guerra civil. “Caracas es hoy la capital del Poder Popular del mundo entero, porque el sujeto que nos hace reunir es el pueblo organizado, consciente y movilizado”, expresó.

El ministro Villegas invitó a ofrecer su testimonio a varias víctimas sobrevivientes o testigos de los trágicos hechos de hace dos décadas. Yesenia Fuentes, integrante de la Asociación de Víctimas del 11 de Abril de 2002, quien recibió un impacto de bala en su cara disparada por la Policía Metropolitana, contó que estuvo en Puente Llaguno desde el día 9 de abril y aún con la herida de bala en el rostro se mantuvo firme en la zona, en defensa de la Constitución, del presidente Hugo Chávez y del Estado democrático. Abogó por la libertad y el perdón para los 11 policías que pagan condena, porque los autores intelectuales, comisarios de la Policía Metropolitana, huyeron del país a seguir conspirando. “Si se vuelve a presentar un 11 de abril, con las botas puestas volvemos a salir a defender esta revolución”, manifestó.

La invitada internacional, Adrienne Pine, antropóloga estadounidense defensora de la Embajada de Venezuela en Washington, contrastó que para el gobierno de su país el fascismo significa cualquier cosa que no les gusta, mientras que los pueblos del Sur entienden el fascismo como el imperialismo en conjunto con los fascismos históricos que están en diáspora por todo el mundo y que están en auge en este momento. “El análisis tan profundo que se ha dado aquí en la Cumbre nos brinda las herramientas para luchar mucho mejor desde el mismo centro del imperio”, agradeció.

T/Mppre