La Batalla de Ayacucho consagró la independencia de Perú y Suramérica

A 201 años de la Batalla de Ayacucho, que consagró con el título de Gran Mariscal al prócer venezolano Antonio José de Sucre y quién consolidó la independencia de Perú y a América del Sur del yugo español, desde el programa Voces Bicentenarias se hizo énfasis en la importancia de esta gesta heróica y la magnitud histórica y política que tiene en el contexto actual, cuando nuevamente un imperio amenaza con fracturar la soberanía de los pueblos de suramérica y en especial de Venezuela

José Ávila, conductor de este espacio, destacó la valentía y heroicidad del pueblo de la Gran Colombia, que en su mayoría pertenecía a Venezuela y que salió a defender en Ayacucho junto con Sucre la independencia de una nación vecina.

«El hecho militar fue una rotunda victoria para las fuerzas patriotas que se enfrentaron a 9 mil 310 hombres y hay que hablar del clima que se vivía en ese momento de la lucha por la independencia de la América del Sur», explicó.

Por su parte, el profesor Ubaldo García resaltó además la posición mezquina que han tenido estos países en cuanto a la relevancia que tiene esta batalla.

«La muestra de la negación de ese hecho está en qué allá en Perú el 09 de diciembre debería celebrarse la independencia y ellos no lo celebran ese día, no solo de Perú sino de Sudamérica», expresó.

En este sentido, García comentó como en 2024 se hizo una pequeña comparsa pírrica sobre esta celebración en estos países dejando a un lado la importancia que tiene esta batalla para la consolidación de la independencia en América del Sur.

Con respecto a este señalamiento, José Ávila agregó que esa es una costumbre habitual de la oligarquía de negar el hecho histórico, sobre todo cuando un imperio se encuentra en decadencia, como actualmente ocurre con Estados Unidos.

Tanto Ubel García como José Ávila rescataron no solo el carácter heróico y la trascendencia geopolítica de lo que significó la Batalla de Ayacucho, sino que además rememoraron el espíritu de grandeza de un joven mariscal que con tan solo 29 años derrotó con 6 mil hombres al imperio y además hizo una capitulación respetando su uniforme, rango y jerarquía, devolviendo les la dignidad de retornar a su país.

T/RNV Región Central/YSC