El presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificó como un «asesinato» un reciente operativo antinarcóticos liderado por Estados Unidos. El mandatario colombiano afirmó que este acto constituye un asesinato en cualquier parte del mundo, estableciendo una clara postura frente a los hechos ocurridos.
Frente a la actuación del gobierno estadounidense, el jefe de Estado fue enfático al señalar que, si a ese país no le importan las normas de la ONU y el derecho internacional, a él sí le importan. De esta manera, priorizó el estricto cumplimiento del marco legal internacional como base de cualquier cooperación.
El presidente Petro reiteró que la colaboración de su gobierno en la lucha contra el narcotráfico es profunda y se realiza sin doble moral. Sin embargo, dejó claro que esta cooperación está supeditada al respeto irrestricto del derecho internacional por parte de todas las naciones involucradas.
El mandatario estableció sus condiciones de manera explícita: el gobierno de Estados Unidos tiene todo su apoyo si actúa dentro del marco del derecho internacional. Advirtió firmemente que si decide violar estas normas, se verá obligado a reestructurar completamente los términos de la colaboración bilateral entre ambas naciones.
Bajo su administración, Colombia no colaborará con asesinatos, declaró contundentemente el presidente Petro. Enfatizó que su gobierno se rige por el principio del uso proporcional de la fuerza, de acuerdo con lo establecido en tratados internacionales y décadas de sabiduría humana recogida en estos instrumentos.
Estos tratados, que forman parte fundamental de la Constitución colombiana, servirán como guía para las acciones de su gobierno en materia de seguridad y cooperación internacional. La firme postura del presidente marca un punto de inflexión en las relaciones de colaboración en seguridad entre Colombia y Estados Unidos.
T/RNV