La cultura, tradición y la parranda se conectan en Naiguatá

Al ritmo del tambor y la parranda de la parroquia Naiguatá, en el estado La Guaira, locales y visitantes disfrutan de una experiencia inmersiva en las tradiciones, lo mítico religioso y la gastronomía de la parroquia, en un recorrido de hora y media por las calles del sector Pueblo Arriba como parte de la ruta turística “Conéctate con Naiguatá” que fue certificada por el Ministerio del Turismo y la Gobernación de La Guaira, que ahora se inicia como tour-operador.

 

Este proyecto comunitario es una experiencia “a la carta”, donde podrás ser un decimista, tocar los tambores y bailar la imagen de San Juan Niño o sentir a los Diablos Danzante de Corpus Christi.

 

“Acá los esperamos para que se conecten en un pueblo lleno de magia, de fe, de tradiciones. Queremos presentar cada una de nuestras manifestaciones y queremos que el que venga las viva tal y como se hace realmente el día de la manifestación”, explica José Luis Atencio, profesor, músico, cultor y líder de la ruta turística.

 

La mítica iglesia San Francisco de Asís, da la bienvenida a la ruta donde pregoneros e historiadores locales cuentan sobre las manifestaciones culturales que se dan en Naiguatá y que se reflejan en más de veinte coloridos y alternativos murales que dan contexto y hacen del sector Pueblo Arriba un museo cielo abierto.

 

Y para dar pie a las décimas y el toque de tambor que dan el cumaco, el culo ‘e puya, la mina y la curbeta, frente a la Cruz de Mayo a escasos metros de la iglesia “pues al santo madero no se le valía, se le canta, se le reza y se le dice versos que rimen”, expresan los decimista y cultores.

 

“Naiguatá es una muestra también del gentilicio del guaireño. Es ese sentido de pertenencia que tienen con la tierra”, destaca Edgar Urbina director del Gabinete Cultural de La Guaira, quien enfatizó que esta es la primera experiencia que conjuga la cultura, la organización popular y la economía en una sola.

 

En una esquina, sale una señora con sombrero de cogolló, camisa colorida y un saco de tela, así como unas ramas en manos, que es la antesala a la dulcería criolla, los menjurjes caseros, las bebidas y donde degustas desde un besito de coco y barriga vieja o un sancocho de pescado.

 

“La seño María Isa fue una gran hierbatera. Ella vino del Líbano y bueno… trajo sus especias y su conocimiento, sus aceites y lo combinó con los montes, con las hierbas y todo eso de aquí”, explica Petra Díaz, cultora y pregonera, quien también te cuenta sobre el pintor ingenuo llamado Feliciano Carvallo, quien también fue poeta.

 

De la nada, se escucha la parranda al son de la trompeta que marca el ritmo y el grito “fo fo la sardina se murió”. Salen tres viudas, que son hombres ataviados de mujer, junto al cura, quien explica sobre el andar donde llevan la sardina; manifestación para dar gracias a Dios por los productos del mar y la tierra.

 

Para continuar con la algarabía y fiesta aparece una burriquita para bailar y guiar el paso hacia la parranda de los Santos Inocentes, donde las mujeres son protagonistas al tomar el poder, asumiendo roles de gobierno y liderando una manifestación satírica y paródica con trajes de hombres.

 

Ricardo Benito Díaz, reconocido trompetista de Naiguatá, espera frente a su mural para bajar el volumen a la algarabía. Los coros de la parranda gritan “bochinche” y “la calle está buenísima”.

 

Díaz cuenta su historia y habilidades como músico, como antesala al repique de tambores de San Juan Niño, ritmo que recorre el cuerpo de quienes lo escuchan y atienden el llamado para bailar en la rueda, con las manos en alta y moviendo las caderas para rendir honor al santo y tomar una foto o selfi para el recuerdo.

 

Vivir la ruta “Conéctate con Naiguatá” no es observar desde afuera, “sino ser invitado a bailar, a saborear, a escuchar, a comprender la historia de personajes que forjaron la idiosincrasia del lugar. A conectarse con un pueblo lleno de magia, fe y tradiciones”, explica Atencio

 

El plato fuerte de la ruta, es la experiencia mítica religiosa con los Diablos Danzantes de Naiguatá, declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, de la mano de Norberto Iriarte, nieto del fallecido Diablo Mayor.

 

Junto a un danzante ataviado con su traje, cencerros, máscara y alpargatas justo en el mural colorido de esta manifestación cultural, explican cómo se conforma esta cofradía, el tipo de baile que hacen, cómo se redimía frente al Santísimo Sacramento del Altar, además de su característico traje y la fe en Dios sobre todo las cosas.

 

Frente a la iglesia San Francisco de Asís, culmina esta ruta con música, con alegría y con el alma renovada por vivir y sentirse nacido en Naiguatá en pocas horas, porque la cultura y las tradiciones se viven y esa vivencia que es la que busquen vender la ruta Conéctate con Naiguatá, a Venezuela y al mundo, que pueden conocer de ella y contactarlos a través de sus redes sociales.

 

 

T/RNV WEB