Desde los inicios del Gobierno Bolivariano del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en el año 2013, ha realizado 388 llamados al diálogo de manera continua y reiterada a la oposición venezolana quienes de manera ambigua se ha sentado en la mesa llenos de contradicciones y luego de manera descortés desconocen los esfuerzos que en esta materia realiza la Revolución Bolivariana.
En en el 2014, cuando la oposición venezolana aceptó sentarse por primera vez con el Gobierno de Nicolás Maduro, en cadena nacional y desde el Palacio de Miraflores, todos los partidos políticos que convergen en Venezuela ingresaron de manera histórica a la casa presidencial, luego de una gran tensión producto de las guarimbas 2014, hechos violentos provocados por estos mismos sectores de extrema derecha en el país.
Vale destacar que la mal llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), aceptó ir al diálogo luego de ocho semanas de haber sido convocados incansablemente por el jefe de Estado, fue entonces que aceptaron participar en el diálogo Nacional por la Paz.
«Estamos en el Palacio de Miraflores, en el encuentro por la Paz», dijo Maduro cuando comenzó su alocución al país y en cadena nacional de radio y televisión que duró casi 6 horas, no obstante para ese entonces el presidente del partido político, Acción Democrática Henry Ramos Allup anunció que asistir al diálogo en Miraflores tendrá “un costo político para la oposición”, lo que sin duda y al parecer fue una premonición, ya que cada vez que se anunciaba una nueva reunión de la mesa de diálogo, se evidenciaban aún más las fracturas y divisiones desde ese sector de la oposición, donde al parecer a veces están de acuerdo, y a veces no.
En el mismo año, la oposición se retiró de la mesa de diálogo, sin ningún tipo de justificación, luego de rehusarse a participar en la Comisión de la Verdad propuesta por el Ejecutivo Nacional.
Pasadas las elecciones Parlamentarias del año 2015, la oposición logró obtener la mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional, allí el presidente Nicolás Maduro realizó nuevamente un llamado al diálogo por la paz y la reconciliación del país.
Paralelo a esto, el dirigente de AD, Henry Ramos Allup, ofrecía declaraciones a los medios de comunicación nacional en donde afirmaba que no había posibilidad alguna de diálogo entre la oposición y el Gobierno Nacional.
En el año 2016, la Revolución Bolivariana logró sentar nuevamente a la oposición pero esta vez invitó a representantes de la UnaSur, ex presidentes del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, de Panamá Manuel Torrijos y el presidente de República Dominicana, Manuel Fernández, así como el representante del vaticano Claudio Maria Celli.
Nuevamente, la Mesa de la Unidad Democrática, abandonó el camino del diálogo en diciembre de ese mismo año, sin ningún motivo.
Posterior a este fracasado intento de diálogo, el primer acercamiento entre ambas partes fue propiciado una vez más por Nicolás Maduro, ahora en República Dominicana y fue pautado para el 13 de septiembre de 2017, luego que el presidente de la república venezolana, en aras de consolidar la estabilidad aceptó la invitación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero y del gobierno Dominicana, presidido por Danilo Medina.
En esa oportunidad, se abordaron temas relacionados a la soberanía de la patria, el repudio a las acciones injerencistas e intervencionistas contra Venezuela por parte de Estados Unidos, así como el cronograma y garantías electorales de cara a los comicios regionales y municipales, los cuales hasta la presente han sido cumplidos por parte del Gobierno Bolivariano.
En esa reunión se acordó además que los representantes del gobierno nacional y la oposición venezolana sostendrían un nuevo encuentro el 27 de septiembre, pero esta vez acompañados por una comisión conformada por los países de México, Chile, Bolivia y Nicaragua.
Para la segunda reunión exploratoria, la oposición venezolana se negó asistir, nuevamente.
Queda demostrado que el gobierno revolucionario que lidera Nicolás Maduro, está concentrado en fomentar la paz, la reconciliación y el diálogo nacional,reiterando la disposición de conversar y llegar a acuerdos con sectores adversos, pero de manera tolerante, para el resurgimiento de una mejor Venezuela más soberana, libre y democrática.
T/RNV Web/Xamanta Conde