La mesa navideña venezolana, es muy llamativa, gustosa y variada, eso es gracias a los múltiples colores y diferentes representaciones culturales que llegaron al país en el pasado siglo XX con las múltiples migraciones que sufrieron en el mundo productos de las grandes guerras.

En esta ocasión vamos a contar la historia del Pan de Jamón, una receta, netamente criolla, gracias a la inventiva de un panadero caraqueño, creando un rico manjar que poco a poco se coló en las mesas de todos los venezolanos sin distingo de clases, no solo en el territorio nacional sino donde se encuentre un paisano.

A  comienzos del siglo XX, específicamente en 1.905, en una panadería llamada Ramella, ubicada en el pasaje del mismo nombre en la esquina de Gradillas, diagonal a la Plaza Bolívar en Caracas, un panadero con la masa del pan sobado, se le ocurrió rellenar con restos de jamón llamado coleto que se planchaba luego de dejarlo remojado en una preparación que incluía vinos, clavos, piñas y especias, el pan lo llamaba, “Pan con jamón”, según el historiador culinarios. Gula de Miro Popic.

El pan tomó tal fama por su autentico sabor, que algunas panaderías de Caracas comenzaron a imitar dicha receta pero colocándole “su toque” agregándole pasas, aceitunas, tocineta o melado de papelón.

 “Fue Ramella quien comenzó con el pan de jamón y luego siguieron las otras panaderías – me dijo don Luís Morales en 1982, cuando todavía era secretario de la Asociación de Industriales de Panadería, que él había fundado en 1955–. Este pan se hacía con jamón “Ferry”, que venía forrado en una capa que llamábamos “chapapote”. Después de los años 40 el pan de jamón comenzó a hacerse con jamón en lonja. Pero ya no era el mismo, ni la masa ni el relleno. Ahora todo es más industrial, tiene menos sabor, antes se hacía con verdadero arte”.. sic- la historia del Pan de jamón, misión Gula de Miro Popic.

La  panadería de Augusto “Solís”, quién le da el nombre a la esquina capitalina, se hizo aún más famosa por su modificación del pan, al punto que mucho creían que eran los propios inventores del mismo, los panes se realizaban por encargo y ya para el mes de octubre comenzaban las listas de los clientes para las cenas del 24 y 31 de diciembre.

Para principios del siglo IXX, la población venezolana no tenía poder adquisitivo para adquirir algunos alimentos, por lo cual aprovechaban la época decembrina para permitirse adquirir ciertos alimentos, esa es la razón por la cual sólo se vendía en esa fecha.

El pan de jamón ha sufrido últimamente algunas alteraciones que van más allá de la receta original. Panaderías en vez de jamón de cerdo utilizan pavo, lo cual es muy respetable en caso de aquellos que por cuestiones religiosas o prescripciones médicas, no pueden comer cochino.

Otros preparan versiones con masa de hojaldre, rica en mantequilla y más quebradiza. También algunos lo hacen vegetariano, panes rellenos con salmón ahumado, queso crema, la mayoría de las recetas colocan huevo batido para pintar y darle brillo.

En la década de los años 80, se comienza a compartir la receta en periódicos o revistas para que las familias lo realicen en su casa, aunque aún hoy por hoy no es tan tradicional realizarlo en casa sino adquirirlos en las panaderías de confianza, en ésta ocación le dejamos la receta para que se atreva a realizarlo en casa, usted mismo.

Ingredientes

  • 1 taza de agua tibia
  • 3 cucharadas de levadura para pan
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 1 panelita de 100 g. de margarina
  • 1 taza de leche
  • 3 huevos
  • 1 kilo de harina de trigo, más 1 taza
  • 1/2 kilo de jamón en lonjas
  • 250 g. tocineta en lascas o tiras
  • 1/4 kilo de pasas
  • 1/4 kilo aceitunas rellenas
  • 1 cucharadita de sal

Preparación

Colocar en un recipiente una cucharada de azúcar, el agua tibia, revolver y colocar la levadura, dejar en sitio cálido y tapado por 20 minutos.

Aparte derrita la margarina y cuando esté fría agréguela a los huevos batidos, añada la leche, la sal y el resto de azúcar. Mezclar con la levadura y agregue la harina poco a poco, mezclando hasta que sea una masa que no se mueve con cuchara de madera, es decir, que deba amasar con las manos. En una mesa o sobre mármol, coloque harina y vierta la masa para amasarla, agregando la harina poco a poco y amasando, hasta que la masa no se pegue a las manos. Deje en reposo, tapada (sin corrientes de aire), por una hora.

Coloque la tocineta a freír para que suelte la grasa.

Después de una hora, tome la cuarta parte de la masa para un pan pequeño, o la mitad para un pan grande. Estire la masa con un rodillo sobre la mesa, con harina para que no se pegue a ésta, y forme un rectángulo de unos 2 cm. de grueso.

La masa estirada, debe ser sobada con el aceite de la tocineta y luego cubierta con lascas de jamón. Ponga varias hileras de la tocineta y sobre esta vierta puñados de pasas y las aceitunas enteras o cortadas. Enrolle sin apretar uniendo bien los bordes.

Coloque en una plancha, engrasada y enharinada. Con pedacitos de masa haga adornos sobre el pan y déjelo en reposo y tapado una hora. Hornee a 375º F por 45 minutos o hasta que esté cocido. Unos diez minutos antes de sacarlo del horno, puede pintar con huevo batido la superficie y meterlo de nuevo al horno, para que tome un color dorado más bonito.

T/RNV Xamanta Conde