El Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), ha formado capacidades en materia de obtención, manejo y almacenamiento de tubérculos-semillas de papa, a través de los profesionales de la investigación, quienes recurren de forma continua a la mencionada zona para apoyar a los productores que lo demandan.
Para esta meta, es de gran importancia la disponibilidad de semillas de alta calidad genética y fitosanitaria, eso es posible si la semilla es de procedencia nacional donde la distribución y comercialización permite la entrega rápida y efectiva del insumo por parte de los actores del sistema de abastecimiento de semillas.
Tal es el caso de Néstor de Paz, agricultor de Chirgua, quien es cooperador del sistema nacional de certificación de semillas de maíz, y a su vez ha formado en la multiplicación de tubérculo-semillas con seguimiento de calidad. Esto lo facultó para tomar la decisión a partir del año pasado, de resguardar semillas de pisos bajos, de ciclo corto, tubérculos blancos de los cultivares María Bonita y Kennebec, ambas en las clases de semillas básica (criterios de certificación) y analizadas fitosanitariamente, las cuales cubrirán 6 hectáreas, en este ciclo.
Este ejemplo ilustra claramente las capacidades de los productores venezolanos, quienes, con disciplina, esfuerzo, pertenencia y compromiso nacional, apuestan al Plan de la Patria y a la innovación de sus profesionales para alcanzar metas factibles y tangibles a partir de los recursos existentes donde el aporte de todos los actores de la cadena recaiga en el beneficio de los ciudadanos. Con estas iniciativas se contribuye con la soberanía agroalimentaria del país.
Prensa INIA