Tras ser elegido como presidente de Hábitat III, el jefe de Estado dio la bienvenida a los organismos internacionales y representantes gubernamentales y de la sociedad civil asistentes a la cita, que sesionará hasta el jueves en la Casa de la Cultura de esta capital, convertida desde este lunes en territorio soberano de la ONU.
‘Quito es la casa común del planeta’, afirmó Correa, quien se refirió a las secuelas generadas por fenómenos como la especulación de la tierra y la plusvalía ilegítima que, dijo, ha favorecido a unos pocos.
Esto es común en Latinoamérica, también la miseria y la exclusión favorecida por el sistema de mercado; los pobres no existen para el mercado’, recalcó el mandatario.
Correa consideró que ante esa realidad debe intervenir el Estado con el propósito de promover un enfoque de justicia social y trabajar por disminuir el hacinamiento y la precariedad en las ciudades.
Ejemplificó cómo en Ecuador a través de la banca pública se entrega financiamiento a las familias de trabajadores. Al respecto, añadió que falta mucho por hacer. Hay que acelerar los procesos, poniendo al ser humano como prioridad, acotó.
Correa agradeció, además, la solidaridad internacional con su país frente al terremoto de abril de este año, considerada la peor tragedia de los últimos 60 años.
Concluyó que pese a ello Ecuador ha podido organizar Hábitat III, desafío asumido porque la voluntad del pueblo es indoblegable, remarcó.
El gobernante agradeció a Naciones Unidas por escoger a Quito como sede de la cumbre mundial, cuya participación, expresó el presidente de Hábitat III, ha superado todas las expectativas.
Este encuentro mundial se realiza cada 20 años. En sus ediciones anteriores tuvo como sede a Vancouver (Canadá) en 1976 y Estambul (Turquía) en 1996.
T/Prensa Latina
‘Quito es la casa común del planeta’, afirmó Correa, quien se refirió a las secuelas generadas por fenómenos como la especulación de la tierra y la plusvalía ilegítima que, dijo, ha favorecido a unos pocos.
Esto es común en Latinoamérica, también la miseria y la exclusión favorecida por el sistema de mercado; los pobres no existen para el mercado’, recalcó el mandatario.
Correa consideró que ante esa realidad debe intervenir el Estado con el propósito de promover un enfoque de justicia social y trabajar por disminuir el hacinamiento y la precariedad en las ciudades.
Ejemplificó cómo en Ecuador a través de la banca pública se entrega financiamiento a las familias de trabajadores. Al respecto, añadió que falta mucho por hacer. Hay que acelerar los procesos, poniendo al ser humano como prioridad, acotó.
Correa agradeció, además, la solidaridad internacional con su país frente al terremoto de abril de este año, considerada la peor tragedia de los últimos 60 años.
Concluyó que pese a ello Ecuador ha podido organizar Hábitat III, desafío asumido porque la voluntad del pueblo es indoblegable, remarcó.
El gobernante agradeció a Naciones Unidas por escoger a Quito como sede de la cumbre mundial, cuya participación, expresó el presidente de Hábitat III, ha superado todas las expectativas.
Este encuentro mundial se realiza cada 20 años. En sus ediciones anteriores tuvo como sede a Vancouver (Canadá) en 1976 y Estambul (Turquía) en 1996.
T/Prensa Latina