Bajo la consigna «La Patria no se vende, la Patria se defiende», los trabajadores de la industria petrolera venezolana rechazaron de manera contundente las amenazas y agresiones de la administración de Donald Trump. Este pronunciamiento masivo se produjo desde los principales centros operativos del país.
Los trabajadores de PDVSA en los estados Falcón, Monagas, Miranda, Anzoátegui, Zulia y Carabobo emitieron un comunicado respaldando al Gobierno nacional. En Caracas, la fuerza laboral del Ministerio de Hidrocarburos, PDVSA y Pequiven leyó oficialmente este documento de rechazo a las acciones injerencistas.
El pronunciamiento destaca la experiencia histórica de la industria para superar embates externos. Los trabajadores denunciaron haber superado eventos como el sabotaje petrolero de 2002 y el bloqueo criminal de las medidas coercitivas unilaterales impuestas desde 2015.
El texto ratifica el derecho soberano de Venezuela a decidir cómo explotar sus riquezas naturales. Señala que Estados Unidos y sus aliados transnacionales históricamente extrajeron reservas «prácticamente saqueándolas sin control ni compensación justa».
Los procesos de nacionalización petrolera son presentados como actos de defensa de la soberanía nacional. El documento enfatiza la facultad del pueblo venezolano de rescatar sus recursos para ponerlos al servicio del desarrollo nacional.
El pronunciamiento contó con respaldo masivo en oriente del país, incluyendo la Faja Petrolífera del Orinoco y la Refinería Cardón. Los trabajadores enviaron desde allí un mensaje unificado de rechazo a las acciones injerencistas contra Venezuela.
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