Con la presencia del líder histórico Raúl Castro y el presidente Miguel Díaz-Canel, inició el sexto período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. El encuentro, en formato híbrido, reúne a diputados de todas las provincias para abordar la agenda nacional e internacional, incluyendo el comportamiento de la economía y el presupuesto estatal.
Uno de los momentos centrales fue la aprobación unánime de una declaración de solidaridad con Venezuela. El documento condena el acto de «piratería y terrorismo marítimo» que atribuye al gobierno de Estados Unidos, en referencia al asalto a un buque petrolero cerca de las costas venezolanas el pasado 10 de diciembre.
La declaración también rechaza el «pretendido bloqueo naval» contra Venezuela para impedir el comercio de hidrocarburos, calificándolo como una «gravísima violación del derecho internacional». Los legisladores cubanos denunciaron esta acción como parte de una escalada en la agresión contra la nación bolivariana.
La Asamblea recordó que América Latina y el Caribe fue proclamada Zona de Paz en la Cumbre de la CELAC de 2014 en La Habana. Exhortó a los parlamentos y pueblos del mundo a condenar firmemente estas acciones y a movilizarse contra lo que denominan «prácticas de piratería moderna».
Esta sesión marca un hito en la labor legislativa cubana, combinando la actualización del marco jurídico interno con una firme postura internacional. La Asamblea Nacional reafirmó así su compromiso con los principios de soberanía, autodeterminación y solidaridad antiimperialista en la región.
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