Este miércoles el Gobierno de Turquía prolongó por 90 días el estado de excepción decretado tras el frustrado golpe de Estado del pasado 15 de julio, al tiempo que destituyó a otros 233 miembros del Ejército, informó hoy la agencia de noticias DHA.
Con ello, la cifra total de militares expulsados del Ejército desde entonces aumentó a 3.939. De los destituidos hoy, 158 son oficiales.
El Ejecutivo responsabiliza al clérigo autoexiliado en Estados Unidos Fethullah Gülen del intento de golpe de Estado y exige desde entonces su extradición. Además, las autoridades persiguen desde hace semanas a sus supuestos seguidores, entre ellos miembros de la oposición.
Esa persecución se va facilitada por el estado de excepción, que permite al jefe de Estado gobernar por decreto, que vencía el 18 de octubre pero que tras una votación del Parlamento en la noche del martes seguirá en vigor previsiblemente hasta el 15 de enero.
La mayoría de diputados del partido gobernante AKP, islamista conservador, y del ultranacionalista MHP, en la oposición, votaron a favor de la medida en la noche del martes.Se trataba de un mero acto formal, pues el gabinete de Gobierno ya había decidido la medida a comienzos de octubre.
El gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo del presidente Recep Tayyip Erdogan no dependía del MHP, pues ya tiene en el Parlamento una mayoría suficiente para sacar adelante este tipo de medidas.
T/ Agencia