El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, denunció que las acciones de Estados Unidos en el Caribe constituyen agresiones que apuntan contra todos los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Advirtió que el imperio norteamericano no tiene amigos, sino que convierte en enemigos a los gobernantes que no acatan sus directrices.
Durante la XXV Cumbre virtual de jefes de Estado del ALBA-TCP, Ortega defendió la vigencia de esta alianza como eje fundamental de resistencia. Señaló que el organismo creado por Fidel Castro y Hugo Chávez representa la lucha contra la intención de Estados Unidos de adueñarse del continente bajo la doctrina Monroe.
El mandatario nicaragüense recordó que el ALBA-TCP fue una iniciativa impulsada con fines contrahegemónicos, de autodeterminación e identidad. «A pesar de todas las amenazas, a pesar de todas las sanciones, el ALBA sigue vivo, el ALBA sigue caminando», afirmó durante su intervención en la cumbre virtual.
Ortega también denunció el asedio y cerco militar contra los pueblos del sur con el falso pretexto del narcotráfico, mencionando especialmente a Venezuela. Criticó las acciones estadounidenses en el Mar Caribe, calificando de «ladrones de etiqueta» el robo de un barco petrolero venezolano.
El presidente extendió sus críticas a la política exterior de Estados Unidos y la Unión Europea, acusándolos de llevar acciones que contradicen la paz global. «Están tocando tambores de guerra y se han involucrado a favor de nazis de Ucrania y en contra de la Federación Rusa», expresó durante su intervención.
Finalmente, Ortega condenó la política migratoria estadounidense calificándola de racista. Defendió que los migrantes son una fuerza activa de trabajo que contribuye al pueblo norteamericano, criticando las expulsiones y la persecución contra este sector poblacional.
T/RNV