Luego de cuatro años de intensas negociaciones, el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), firmaron en La Habana, Cuba, el acuerdo final que busca terminar con el conflicto armado en la nación neogranadina.

El documento trascendental e histórico, suscrito entre ambas partes, consta de seis aspectos fundamentales que se deben implementar para dejar atrás más de 50 años de conflicto y abrir paso a un proceso reconciliación que conduzca hacia una paz estable y duradera.

Pero, ¿Qué sigue luego de la firma de este histórico acuerdo?. El analista internacional Henry Navas Nieves sostiene que, en lo adelante, Colombia deberá atacar los elementos que propiciaron la escalada de violencia en diversos espacios de la geografía nacional.

“Tiene ahora que producirse un reacomodo de la situación política en la sociedad colombiana, ya que la misma adolece de instituciones democráticas capaces de frenar una violencia que se recrudeció tras el asesinato de (Jorge Eliécer) Gaitán, el cual fue ejecutado desde la oligarquía para frenar el avance de las decisiones progresistas en Colombia”, apuntó.

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Lucha popular contra los enemigos de la paz

Navas sostuvo que ahora el pueblo colombiano deberá hacer frente a quienes se oponen a la paz. “Estos serían los mismos sectores de extrema derecha que hoy maneja el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien promueve un movimiento de resistencia contra lo acordado por el Ejecutivo y la insurgencia”.

Aseguró además que la campaña “uribista” contra la paz contracide el deseo de millones de colombianos que están esperanzados de ver un país alejado de la violencia luego de más de medio siglo, en un conflicto que ha dejado al menos 8 millones de víctimas.

Un voto por la paz
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El mandatario colombiano Juan Manuel Santos anunció que el próximo 2 de octubre, se realizará la consulta popular que busca refrendar acordado en la mesa de negociación a través del plebiscito. Este deberá ser aprobado con al menos 4,5 millones de votos, según lo establecido por la Corte Suprema de la nación.

Navas Nieves considera que, “sin duda, una inmensa mayoría del pueblo colombiano va a votar por la paz, ahora no hay que desmayar porque actores de la guerra, entre ellos Uribe, van a tratar de boicotear ese proceso, algo incomprensible en el siglo XXI donde se supone que la sociedad debe tener como norte la soberanía, la defensa y el impulso de la paz. (…) con el plebiscito el pueblo colombiano va a imponer la vía de la paz”, indicó.

En este proceso se consultará al pueblo colombiano si están de acuerdo o no con lo pactado. Las únicas respuestas que podrán dar el Sí o No. La refrendación ciudadana no es una obligación, pero su objetivo es garantizar que las personas sean las que tengan la última palabra de lo pactado entre el Gobierno y las FARC-EP.

No obstante, Henry Navas Nieves, sostuvo que no basta con refrendar los acuerdos para decretar las paz definitiva, pues, a su juicio, la misma debe alcanzarse con justicia social como reclama desde hace varias décadas el pueblo colombiano.

“Es indispensable que se atiendan las enormes desigualdades existentes en la sociedad colombiana, causada por la pobreza extrema y la represión brutal que han sufrido los sectores rurales. Es necesario que eso sea corregido. No se trata nada más de una paz para que las FARC- EP abandone las armas, hay mucho más que eso. Yo creo que en función de eso se podría dar una paz duradera”, señaló.

Navas plantea la necesidad de abrir los canales de participación política entre las parte involucradas en el conflicto y sobre todo, frenar y poner atención en el tema del paramilitarismo, un ejército mercenario adscrito a las fuerzas armadas colombianas que se ha encargado de cometer crímenes a disposición de la élite de ese país.

T/ División internacional RNV