El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó al senador estadounidense Marco Rubio de encabezar una campaña de desestabilización dirigida contra su país, América Latina y el Caribe. Advirtió que estas acciones podrían llevar al gobierno de Donald Trump a un escenario crítico para los intereses de EE.UU.
Maduro señaló que la estrategia es impulsada desde la llamada «mafia de Miami», que, según él, actúa por odio hacia Venezuela. «Rubio es un extremista que fabrica amenazas contra naciones soberanas, persiguiendo solo el control global para su beneficio económico», afirmó.
Calificó estas maniobras como una «guerra política y psicológica» destinada a fomentar el extremismo, pero aseguró que el pueblo venezolano permanece unido y en calma. Además, denunció que estas acciones forman parte de una política hegemónica para dominar a los países que defienden su independencia. «Su narrativa anticuada contra Venezuela ya no tiene peso», sostuvo.
El mandatario también condenó a quienes promueven una intervención militar, ya sean actores internos o externos, considerándolos responsables de un «delito grave» contra la nación. «Los venezolanos saldremos a las calles para proteger nuestra patria. Esta tierra es sagrada y nadie la violará», declaró.
Maduro destacó que Venezuela ha desarrollado un sistema de defensa innovador con capacidad de respuesta inmediata. «Contamos con doctrina, estrategia y fuerza para actuar», resaltó.
Finalmente, aseguró que el mundo es testigo del declive del modelo hegemónico estadounidense y reiteró la determinación de su pueblo: «Defenderemos nuestra patria con firmeza, porque este suelo es bendito e inviolable».
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