En un claro mensaje a la comunidad internacional, China ha expresado su respaldo absoluto a la soberanía de Venezuela y ha rechazado categóricamente cualquier forma de injerencia externa en los asuntos del país, en alusión directa a las recientes acciones de Estados Unidos.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, fue enfática al declarar que Beijing se opone al uso de la fuerza o la amenaza de la misma y a toda intromisión en los asuntos internos de Venezuela desde fuera, sea cual sea el pretexto. Estas declaraciones surgen como respuesta al patrullaje de buques de guerra estadounidenses en aguas del mar Caribe cercanas a las costas venezolanas.
Beijing señala que las acciones estadounidenses infringen los principios fundamentales del derecho internacional, por lo que instó a Washington a contribuir a la estabilidad de América Latina y el Caribe en lugar de realizar despliegues militares.
La postura de China encuentra eco en los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Los líderes de este bloque regional se reunieron para hacer un llamado a la unión latinoamericana y caribeña frente a las amenazas por parte de Estados Unidos.
El ALBA condenó específicamente el despliegue militar de EE.UU. en aguas del Caribe y exigió el cese inmediato de las amenazas contra los países de la región, solidarizándose con la posición venezolana y advirtiendo sobre los riesgos para la paz y estabilidad regional.
Este respaldo internacional de China, sumado a la firme postura del ALBA, marca un nuevo capítulo en la geopolítica latinoamericana. El rechazo conjunto a la presencia militar estadounidense en el Caribe, subraya la defensa de los principios de no intervención y soberanía nacional como pilares de las relaciones internacionales para estas naciones.
T/RNV