El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, condenó enérgicamente las recientes declaraciones del gobierno estadounidense, en particular las de la representante legal Pam Bondi, quien anunció un incremento a 50 millones de dólares en la recompensa por la captura del presidente constitucional Nicolás Maduro.
Saab calificó esta medida como “una violación del Derecho Internacional, un ataque a la soberanía de Venezuela y una injerencia inaceptable en los asuntos internos de un país independiente”, según publicó en la cuenta oficial del Ministerio Público en Instagram.
El fiscal también denunció que Estados Unidos recurre a “métodos propios del colonialismo” y utiliza su sistema judicial como herramienta de persecución política. Además, señaló que esta acción forma parte de “una estrategia de guerra psicológica y propaganda”, destinada a favorecer a sectores extremistas de la oposición venezolana y provocar inestabilidad en un contexto electoral.
Saab rechazó las acusaciones que vinculan al presidente Maduro con grupos criminales, considerándolas “calumnias sin fundamento técnico o jurídico”. En contraste, destacó que el Estado venezolano, bajo el liderazgo de Maduro y en coordinación con los órganos de justicia, ha mantenido una “política firme y efectiva contra el crimen organizado y el narcotráfico”.
Finalmente, el fiscal general reafirmó el compromiso del Ministerio Público con la defensa de las instituciones democráticas, declarando: “Venezuela no se rinde, su dignidad no está en venta. Quienes intenten desestabilizar al país encontrarán en nosotros una voz firme en defensa de la justicia, la verdad y la paz”.
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