Durante su intervención en la Cumbre de los Pueblos por la Paz y en Contra de la Guerra, celebrada en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, Rander Peña, secretario ejecutivo del ALBA-TCP, reafirmó el compromiso de Venezuela con una democracia participativa y permanente, más allá de los procesos electorales.
Peña destacó que, a diferencia de otros países donde la democracia se reduce a votar cada cierto tiempo, en Venezuela es un ejercicio cotidiano y protagónico. «No entendemos la democracia como un momento cada cuatro o cinco años, sino como un hecho permanente, de todos los días», afirmó. Además, invitó al mundo a observar el proceso electoral del 27 de julio como ejemplo de esta práctica.
El líder del ALBA-TCP señaló que el mundo vive un «cambio de época», impulsado por las luchas de los pueblos, que ha generado una reacción agresiva del imperialismo norteamericano. «El imperialismo, en su decadencia, recurre al fascismo como estado de excepción», denunció, citando ejemplos en Medio Oriente y América Latina.
Peña alertó sobre el avance de la derecha fascista, que actúa con violencia para mantener sus privilegios. «Hoy vemos cómo el imperialismo emplea métodos cada vez más brutales», dijo, destacando la importancia de esta cumbre para debatir una agenda política global contra la opresión.
El dirigente venezolano hizo un llamado a las nuevas generaciones a asumir el desafío de salvar a la humanidad de las agresiones del fascismo. «Tenemos la obligación de enfrentar al enemigo, no solo resistir, sino actuar», enfatizó.
En la misma línea, Socorro Gomes, del Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos, criticó la actitud ofensiva del Comando Sur, señalando que opera como brazo geopolítico de EE.UU. para imponer sus intereses en la región.
La cumbre reafirma el compromiso de Venezuela y los movimientos progresistas con la democracia real, la paz y la resistencia ante el imperialismo. Con un llamado a la acción conjunta, Peña cerró su intervención instando al mundo a defender la soberanía de los pueblos.
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