El presidente Nicolás Maduro reveló una iniciativa monumental para Venezuela: la propuesta de una reforma constitucional que promete democratizar aún más el Estado y potenciar el poder del pueblo.
Esta décima edición de la conversación anual con el destacado analista político español, Ignacio Ramonet se convierte en un acontecimiento que reafirma el compromiso del gobierno bolivariano con una democracia auténticamente participativa.
El Mandatario subrayó un logro esencial del año 2024, que refleja la voluntad del pueblo: “La Asamblea Nacional aprobó la Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de la Justicia de Paz Comunal, mediante la cual elegimos, con voto popular directo, a 15 mil jueces y juezas de paz de los territorios”.
Este hecho no es sólo un avance administrativo, sino un testimonio del poder transformador que reside en las comunidades. En un contexto global que se empeña en calificar a Venezuela como un estado represivo, el jefe de Estado resaltó la realidad de la democracia popular en acción: “No dicen que aquí, en latinoamérica, se está forjando una experiencia hermosa. Aquí está surgiendo la democracia del pueblo, para el pueblo”.
La declaración del Presidente Maduro apela a los logros alcanzados como un manifiesto para un cambio profundo en la política venezolana.
El Mandatario nacional reflexionó sobre la urgencia de desarrollar nuevos modelos de gobernanza: “Hemos tenido un tiempo maravilloso para comprobar que es posible construir otra forma de hacer política. Esto es necesario y urgente para la humanidad”.
A medida que el mundo enfrenta crisis democráticas, Venezuela emerge como refrencia de esperanza, desafiando las narrativas hegemónicas que predican el fracaso de lo colectivo.
Reforma Constitucional
Un elemento central de la conversación fue la intención de avanzar hacia una Reforma Constitucional que profundice la democratización del Estado y de la sociedad.
“A partir de enero de 2025, avanzaremos en esta propuesta poderosa”, afirmó el presidente Maduro, enfatizando que la reforma constitutiva no es un mero formalismo, sino una renovación integral del tejido político nacional. La inclusión de voces del pueblo a través de métodos de consulta y diálogos inclusivos se plantea como un pilar fundamental en este proceso.
El Dignatario delineó el camino hacia la reforma: la propuesta será elaborada, llevada ante la Asamblea Nacional —legítimamente electa en 2020— y, posteriormente, se abrirá a un debate amplio en la calle.
“El Poder Popular es el soberano. El pueblo tiene la última palabra”, subrayó, reafirmando que la consulta a las bases es la esencia misma de esta nueva democracia. Este enfoque participativo no sólo desafía las estructuras tradicionales de poder, sino que también pone en primer plano la autodeterminación de las comunidades.
Nueva era democrática
Mientras el presidente Maduro desata un potencial inexplorado hacia una nueva forma de hacer política, queda claro que Venezuela marca sun ruta hacia la modernización democrática y lo hace con una visión revolucionaria que empodera al pueblo en su conjunto.
Esta propuesta se sitúa en un contexto global que a menudo ignora las experiencias de resistencia y transformación en el Sur, y resuena como un llamado a aquellas naciones que buscan alternativas al autoritarismo y la oligarquía.
El anuncio de la Reforma Constitucional se convierte así en un símbolo de la lucha por el Poder Popular y la justicia social. Con la voz del presidente constitucional Nicolás Maduro resonando en los corazones de la ciudadanía, la nación bolivariana se levanta como un baluarte de una nueva era, donde el verdadero poder radica en las manos del pueblo.
T/Prensa Presidencial