Sobre la declaración final suscrita en Río de Janeiro, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, recalcó que uno de sus párrafos está referido a Ucrania, y Rusia lo comparte, pues «su punto principal es pedir la paz sobre bases honestas». Agregó que, si bien la mayoría de los países insistió en mantenerla dentro de los márgenes de temas económicos, incluye una página sobre todos los conflictos armados y las posibles soluciones.
En ese sentido, mencionó que Occidente intentó «ucranizar» la agenda de la cumbre, pero otros países insistieron en la inclusión de otros conflictos en el documento final. Lavrov enfatizó que los países occidentales quieren devolver a Ucrania territorios habitados durante siglos por rusos, cuyos derechos fueron exterminados por el régimen de Vladímir Zelenski.
El canciller ruso comunicó que Occidente debe examinar atentamente la doctrina nuclear actualizada de Rusia; no obstante, el uso de misiles Atacms contra la región rusa de Briansk es una señal de que el Gobierno estadounidense busca una escalada, subrayó.
Además, el ministro se hizo eco de lo que el presidente ruso ya ha declarado en varias ocasiones: «Si los misiles de largo alcance van a ser aplicados desde Ucrania a territorio ruso, también significará que son operados por expertos estadounidenses, expertos militares, y tomaremos esto como una fase cualitativamente nueva de la guerra occidental contra Rusia y reaccionaremos en consecuencia», aseveró.
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