Proeza del Presidente Kim Il Sung en la Guerra coreana

El 27 de julio el heroico pueblo coreano conmemora el 70° aniversario de la victoria de la guerra coreana, “Guerra de Liberación de la Patria” (1950-1953), contra la invasión de las fuerzas imperialistas encabezadas por Estados Unidos. Esta victoria de Corea es inconcebible al margen de la genial y destacada dirección político-militar del Presidente Kim Il Sung (1912-1994).

 

Superioridad político- ideológica

La pasada Guerra coreana fue una contienda asimétrica en el aspecto militar y tecnológico de ambas partes. Las fuerzas invasoras acaudillados por los yanquis contaban con incomparables medios poderosos frente a la RPD de Corea fundada apenas dos años. Aquella superioridad militar y tecnológica enemiga la venció el Presidente Kim Il Sung con la superioridad político- ideológica del pueblo entero.

 

 

Una contienda necesita no solo recursos humanos sino también armamentos y otros medios materiales y técnicos que desempeñan importantes papeles. Sin embargo el Líder Kim Il Sung creía que los materiales bélicos, por muy colosales que sean, y los armamentos, por muy modernos que sean, jamás podían sustituir el papel del pueblo y ejército que son el sujeto de la guerra.

 

 

Hizo consolidar las organizaciones políticas del ejército e intensificar la labor política entre los militares, de modo que ellos tuvieran la firme fe en la justeza de su causa y la confianza en la victoria y sintieran el implacable odio al enemigo. De resultas, todos los militares y civiles se levantaron para la lucha en la defensa de la patria.

 

 

Los militares del Ejército Popular de Corea (EPC) se formaron como fuertes de la convicción y acumularon méritos resonantes. Innumerables soldados no vacilaron en dar sus vidas por la patria: Una sola compañía de artillería de costa con nada más de cuatro cañones bloqueó por tres días el desembarco de las tropas norteamericanas con 50,000 efectivos; los marineros de una escuadra de torpederos hundieron un crucero pesado enemigo; hubo soldados que cubrieron con su cuerpo las aspilleras enemigas dando paso de avance a las unidades y una soldada se lanzó al tanque enemigo con mina antitanque.

 

 

Ingeniosas estrategias y tácticas

Durante la guerra el Presidente Kim Il Sung siempre tomó la iniciativa para convertir las circunstancias en favorables con ingeniosas estrategias y tácticas.

 

 

En la historia de guerra del mundo es ordinario que la mayoría de las partes atacadas por sorpresa, por muy poderosas que sean, reaccionaban con retroceso para resolver la situación del frente y pasar luego a la contraofensiva.

 

 

Sin embargo, en el caso de Corea Kim Il Sung ordenó al Ejército Popular de Corea el contraataque inmediato y frustró el ataque sorpresivo enemigo logrando que el EPC liberara Seúl, capital de Corea del Sur, a tres días del inicio de la guerra; un milagro bélico difícil de encontrar. Cuando los invasores intentaron “cercar y aniquilar” al EPC con la superioridad numérica y técnica ejecutando la operación del desembargo de Inchon (región en la mitad de la península), el Presidente ordenó la retirada estratégica temporal para superar a tiempo la crisis. Presentó estrategias como la formación del Segundo Frente con tropas del ejército regular, la intensificación de operaciones militares en la retaguardia enemiga y el nuevo reinicio de la contraofensiva.

 

 

T/RNV WEB