La Policía de Turquía frustró el magnicidio del presidente, Recep Tayyip Erdogan, al desactivar un artefacto explosivo debajo de un vehículo que se trasladaría a un evento en el cual asistiría el mandatario.
Los equipos de investigación, escanearon la bomba y el vehículo en busca de las huellas dactilares de los responsables del magnicidio frustrado. El hecho se presentó justo en un momento en el cual Turquía atraviesa tensiones económicas, por el desplome de la lira, moneda nacional del país.
La oposición turca pidió la convocatoria anticipada de elecciones presidenciales y legislativas, previstas para junio de 2023 y convoca permanentemente a manifestaciones exigiendo la renuncia de Erdogan.
T/RNV Web/MC