Popol Vuh, joya del pueblo maya guatemalteco, celebra su día

Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio…, así comienza el libro sagrado de los mayas, el Popol Vuh, a quien los guatemaltecos rinden un especial homenaje.
El Día Nacional del Popol Vuh (también Pop Wuj o Popol Wuj) fue instaurado el 30 de mayo de 1972 para preservar el valor histórico, cultural y social de este texto, declarado, además, como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, el 27 de agosto de 2012.
Contribuir a fortalecer la identidad nacional, animó al Ministerio de Cultura y Deportes a resguardar esta joya, uno de los pocos documentos que mantiene viva la memoria histórica de los pueblos mayas no solo de la tierra del Quetzal, sino de Mesoamérica.
Especialistas coinciden en que su escritura ronda entre 1550 y 1554 y si bien su autor es desconocido, se le atribuye a Diego Reinoso, un indígena que logró pasar al alfabeto latino las historias orales transmitidas de generación en generación.
Años después, el sacerdote Francisco Ximénez, cura de la parroquia de Chichicastenango, halló el manuscrito original y presentó en doble columna el texto quiché junto a la versión española con el título ‘Empiezan las Historias del Origen de los Indios de esta Provincia de Guatemala’.
Sobre el libro original no se sabe mucho, aunque se especula que estaría enterrado bajo el templo principal de Chichicastenango.
El manuscrito que sobrevivió, el de Ximénez, paradójicamente no se encuentra en Guatemala, sino en la colección Ayer de la Biblioteca Newberry, en la ciudad de Chicago, Estados Unidos.
Se dice que fue sustraído de la biblioteca de la Universidad Nacional de Guatemala por el abate francés Charles Etienne Brasseur de Bourbourg, quien lo publicó por primera vez íntegro en 1861. Desde entonces, lo que conocemos son ediciones y traducciones.
El Popol Vuh atesora no solo el pasado maya, sino también su cosmovisión y forma particular de la concepción del universo, contada de manera circular.
La primera parte relata la inexistencia del mundo hasta que los creadores y formadores -Tepeu y Gucumatz- decidieron generar la vida; en principio la Tierra, después los animales y, finalmente, los hombres.
Luego se narran las aventuras de los jóvenes semidioses Ixbalanqué y Hunahpú, quienes enfrentan diversos retos y logran vencerlos por sus habilidades mágicas.
La tercera parte abarca una serie de noticias acerca del origen de los pueblos indígenas de Guatemala, sus migraciones, su distribución en el territorio, distintas guerras y el predominio de la raza quiché hasta un poco antes de conquista española.
Un capítulo particular se dedica a la creación del hombre, primero de lodo -por eso salieron aguados- y después de madera, -con el corazón muy duro.
Finalmente, se decidieron por el maíz, el grano primordial y de consumo diario de los pueblos de Mesoamérica hasta hoy.
Mezcla de realidad con mitología, el Popol Vuh es una invitación a conocer el origen de los pueblos originarios, los cuales son mayoría poblacional en este país centroamericano, aunque viven en condiciones de pobreza y discriminación.
Un acercamiento a este libro sagrado mediante una cuidadosa edición facsímil, ofrece tanto a guatemaltecos como visitantes el Museo Popol Vuh, guardián también de la cosmogonía maya.
T / PRENSA LATINA