La Fundación Teatro Teresa Carreño (FTTC) ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura apostando por el talento venezolano que se encuentra en formación y esperando a ser reconocido, anuncia por segunda vez durante el año 2018 el llamado a audiciones para formar parte del nuevo proyecto que se está desarrollando en nuestros espacios, Teresa DanzaKalle (TDK), cuerpo que durante el mes de octubre estuvo presentando su primera temporada.

Bajo el nombre de “Origen” se presentó en escena la evolución del movimiento del hombre como especie, y como podemos descubrir durante el desarrollo de la pieza, lo que conocemos como danzas de calle manifiesta movimientos que vienen desde el origen de la humanidad.

Luego del éxito de las primeras audiciones realizadas durante el mes de junio de este año, en las que se convocó a intérpretes que manejaran cualquiera de los estilos de movimiento de calle tales como: Breaking, Popping, Locking, Waacking, Voguing, Hip Hop Dance, House Dance, Dancehall, Flexing o Krump; el equipo seleccionador integrado por Oliver Crespo (Oliboy) José Luis Bravo (Kenny Popping) Jelence Cobis (Jlox) Eric Peña (Ericsaetaro) y Alexana Jiménez, tuvo en sus manos la tarea de escoger a quienes tendrían el reto de la prueba final, la convivencia, proceso durante el cual como parte de las actividades para la selección también se realizó una semana de compartir experiencias de trabajo que permitieran conocer las relaciones de interacción entre participantes; lo que permitió la selección de los nuevos integrantes del proyecto TDK.

Origen” fue el nombre seleccionado para reconocer la primera temporada de TDK, permitiendo al espectador observar un relato que plantea a través del cuerpo en movimiento cómo la cultura hip hop, a través de sus elementos, ha estado en nosotros desde la creación de la humanidad y que al pasar del tiempo se ha adaptado según cada contexto en todo el planeta tierra. A su vez, nos muestra que las diferentes expresiones artísticas callejeras han evolucionado al pasar de los años sin perder su esencia socio cultural, retro-alimentándose de otras culturas y bailes, para así enseñarnos a cómo convivir en paz con el prójimo mediante el respeto como base fundamental en todo lo que hacemos.

T/Prensa Min Cultura