Revolución Bolivariana apoya, promueve y estimula prácticas culturales

En el barrio “Buenos Aires” de Puente Hierro, parroquia Santa Rosalía, sus habitantes cuentan historias del lugar que los ha visto crecer. Se han adentrado para conocer a los fundadores de esta comunidad y a los personajes que a través de los años siguen siendo importantes e inolvidables para muchos hombres, mujeres, niños y niñas, de este barrio caraqueño.

En la memoria histórica del colorido sector capitalino se inscribe el trabajo cultural que realiza desde hace más de veinte años el “Grupo Típico de Luis España y Los Hermanos Alcalá”, conformado por doce artistas, entre músicos y cantantes, llevando guaracha, boleros, paso doble, guaguancó, salsa, y demás géneros tropicales, para alegrar a la comunidad en épocas de festividad, como los carnavales, la Semana Santa y las fiestas decembrinas.
Sus integrantes tenían algún tiempo sin ensayar en el sector como grupo, bajo el concepto de ‘La Rumba Callejera’, sin embargo, desde hace unos meses, con el apoyo del Gobierno Nacional, a través de sus políticas culturales, vuelven a retomar las prácticas y con ellas la incorporación de su gente, para las realizaciones de muestras y presentaciones, tanto en sus propios espacios como en comunidades aledañas.
Dos de sus integrantes fueron nombrados patrimonio cultural viviente de la nación por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, en el año 2017. Uno de ellos es Luis España, a quien se le conoce como “El Diablo del Son”, el otro exponente de nuestra música es Ramón Pedrón, conocido también como “Jonny Elbiry”, así lo lleva estampado en su camiseta gris.
“El Diablo del Son” no puede ocultar que la música le corre por las venas, apenas comenzaron a sonar los instrumentos, en medio de un toque improvisado de un viernes por la tarde, su cuerpo comenzó a ir al ritmo de la música y a la vez comenzó a entonar una de las letras compuestas por la agrupación y que lleva como título “Buenos Aires, que lindo eres”.
Mientras, escuchábamos cómo algunos de los habitantes exclamaba: “Sabroso” y nos hacía recordar que a todo caraqueño le gusta “un son”, ese que transporta y con el que te dejas llevar.
Otra de las mujeres del barrio se asomaba para ver la movida que ya había agarrado forma durante este viernes por la tarde y gritaba : “se prendió la rumba”, los músicos no dejaban de sonar los cueros, ni los niños y niñas de rodear el circulo musical.
A estos intérpretes, quienes también se hacen llamar como los rumberos del callejón, los mueve saber que aportan cultura a la comunidad en la que crecen niños y niñas que se incorporan a estas manifestaciones que muestran el rostro humano y el abánico de expresiones que yacen desde un espacio humilde y modesto, pero impregnado de historia viva que enaltece el gentilicio caraqueño, ese mismo que se ha dado a conocer en Suecia, Francia, Nicaragua, Noruega y Cuba, entre otras naciones, en giras culturales más allá de nuestras fronteras.
En respuesta a esa dedicación sus habitantes reconocen las virtudes y aquello que los caracteriza: La alegría de esta agrupación.
Corren las horas y la cosa se pone mejor porque se sigue sumando la comunidad, mujeres y niños, e incluso, según lo que escuchamos, gente de otras zonas de Caracas, que se sientan en las escaleras de los angostos callejones que conducen a la pequeña plaza envuelta por murales en las que exhiben los rostros de personajes que han tenido que ver con la historia del barrio, el acervo cultural y el mantenimiento de las costumbres dentro de la comunidad.
Una tarde compartiendo con esta agrupación nos mostró suficiente y nos permitió darnos cuenta, observando el rostro de los niños y niñas de la comunidad que correteaban por las escalinatas, qué hay orgullo, valores y un sentimiento de pertenecía de lo que les rodea.
A escasos metros de esta plaza está la pequeña capilla “Virgen del Carmen”, recinto que también cuenta con el nombramiento por parte del IPC como patrimonio cultural de la Nación.
Para rendir tributo y como muestra de agradecimiento a los espacios que los ha cobijado por tantos años, habitantes e integrantes de la agrupación musical dedicaron todo un repertorio de canciones el pasado 16 de julio, día de la Virgen del Carmen.
Esta tarde, “El Diablo del Son” despidió nuestra visita por la barriada, dedicando desde esta misma capilla, un tema denominado “Un Buen Jesús”. Su carisma se pierde vista; él y toda la comunidad son demostración del acervo cultural que puede llegar a tener una comunidad.
T/Prensa Presidencial