Jorge Rodríguez, vicepresidente para la Comunicación y la Cultura y ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información, defiende la verdad de Venezuela ante el diario El País de España.
A continuación, conoce la primera entrevista concedida este jueves por el representante de Venezuela en la gira internacional “Venezuela por la Paz y la Prosperidad de Cara al Mundo”, que inició en España, por ser el epicentro de la campaña de manipulación mediática para criminalizar a venezolanos y poner en tela de juicio la democracia en el país.
¿Considera que la Revolución Bolivariana está siendo un éxito?
Ministro Jorge Rodríguez: Sí, y no solo lo considero, creo que ha atendido los retos más importantes de fines del siglo XX y comienzos del XXI. Nosotros llevamos la pobreza de Venezuela que estaba en el 74% en el año 1998 a un número que se acerca al 26%. El analfabetismo, que estaba en 12%, ahora es cero. La escolaridad en primaria se acerca al 94%. Venezuela es el país menos desigual de todo el continente, menos desigual que Colombia, Brasil, México… aun en las condiciones de dificultad que no negamos. No hemos negado la situación de bloqueo financiero, de guerra económica contra el país y tampoco se pueden negar los esfuerzos del presidente Maduro por buscar una solución.
Ser menos desigual no es un logro si la igualdad es en la pobreza: la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de 2017, que realizan tres de las principales universidades, concluye que el 87% de los venezolanos viven por debajo de la línea de pobreza, con un 61,2% de pobreza extrema, y que el 71% de los venezolanos no tiene suficientes alimentos.
¿Considera que eso es un éxito?
Rodíguez: Esa encuesta es sencillamente un documento político. Entre esas universidades está la Universidad Católica Andrés Bello, que está comprometida completamente con la oposición venezolana. Yo le estoy hablando de números, de cifras, no de galimatías. Eso es completamente falso. Si eso fuera cierto, ¿cómo es que ganamos 20 de las 23 gobernaciones en octubre de 2017? ¿Ó 309 de 335 alcaldías?
¿Cree que es un invento la escasez de alimentos y de medicinas que sufre la población?
Rodríguez: Le acabo de decir que no niego que tengamos dificultades.
¿Cree que en cualquier otro país de la región hay dificultades como esas?
Rodríguez: Sí, cómo no. En Venezuela seis millones de familias, eso son aproximadamente unos 22 millones de personas de los 30 millones de habitantes que tiene Venezuela, reciben cada mes 18 productos de la cesta básica completamente subsidiados por parte del Gobierno de Nicolás Maduro.
¿No le parece una forma de clientelismo?
Rodríguez: ¿Cómo va a ser clientelismo si son 22 millones de personas, casi el 80% de la población lo recibe sin que se le pregunte a qué partido pertenece o si pertenece a algún partido. No preguntamos a la gente si es chavista u opositor. Es un beneficio para toda la población, como el Carnet de la Patria.
¿Le parece un modelo deseable, ese en que la gente no puede comprar comida y depende de que se la entregue el Gobierno?
Rodíguez: Claro que puede, lo que sí es cierto es que hay una situación de inflación inducida que la vamos a corregir con medidas más estructurales, pero mientras vencemos al fantasma de la inflación tenemos que tomar medidas directas para proteger a la población.
Venezuela es el país con una mayor inflación del mundo, en torno al 6.000%, y el FMI prevé para este año un 13.000%. ¿Considera que los controles de precios han sido un éxito?
Rodríguez: Yo considero que la cadena de distribución de alimentos y de productos básicos no están en manos del Gobierno Bolivariano, sino de sectores privados que muchas veces han usado esas cadenas de distribución con fines políticos. Y que muchas veces han ocultado o han acaparado alimentos, medicamentos o bienes de consumo, sobre todo cuando se acercan las elecciones. También hay una situación gravísima de contrabando hacia Colombia y hacia el Caribe que goza del visto bueno del Gobierno de Juan Manuel Santos.
¿Cómo explica que cientos de miles de venezolanos o de otros residentes en Venezuela estén saliendo del país?
Rodríguez: Es cierto que hemos tenido una situación, es importante porque son personas pertenecientes a la clase media que debido a la situación de guerra económica, han llegado a otros países y eso no es un fenómeno que ocurría con frecuencia en Venezuela. En modo alguno, el número es como los que de manera abismal he visto yo que intentan manejar en forma de falsas noticias. Es un problema que hemos tenido, es una cicatriz de la guerra psicológica, de la guerra económica, como ha mencionado el Presidente Maduro, pero ya estamos preparando un plan para invitar a estas venezolanas y venezolanos a volver a su país. Yo creo que cuando se logre cimentar la propuesta de prosperidad económica que hace el presidente Maduro al pueblo de Venezuela, estoy seguro de que eso va a ocurrir. Déjeme decir otra cosa. En Venezuela viven 5,8 millones de colombianos, el 12% o 13% de la población de Colombia. Nadie dice que eso fue una crisis humanitaria.
Pero esos inmigrantes llegaron a lo largo de décadas cuando Venezuela era el país más rico de la región. Ahora se van decenas o cientos de miles.
Rodríguez: La gran mayoría se queda en Venezuela porque allí han recibido atención, cuidados, vivienda, salud, educación, alimentación, no se forzaban migraciones internas por los grupos paramilitares. Pero usted dice algo que es verdad, un grupo importante de esos que el señor Juan Manuel Santos llama la migración y la crisis humanitaria, son colombianos que se están repatriando. Hasta la nacionalidad se la niega el señor Santos a esos colombianos.
Si alguien hubiera cambiado un millón de dólares en bolívares hace 15 años, cuando Venezuela instauró el control de cambios, sus bolívares ahora valdrían solo 10 dólares. El bolívar ha perdido el 99,99% de su valor.
¿Considera que ha sido un éxito el control de cambios?
Rodríguez: Yo creo que Venezuela ha estado sometida a lo largo de toda su historia a los vaivenes de su principal producto de exportación, que es el petróleo. Crisis relacionadas con los precios del petróleo ha habido antes. La gran diferencia es que aun en crisis no dejamos de atender directamente al pueblo de Venezuela. Por eso el pueblo dice: “Bueno, estamos pasando por una crisis, pero el único capaz de sacar a Venezuela de esta crisis es Nicolás Maduro”.
En cuatro años, la producción de petróleo por parte de PDVSA ha caído casi un millón de barriles diarios, en torno a un tercio del total, según cifras de la OPEP.
¿Considera también eso un éxito?
Rodríguez: No, eso fue un fracaso debido a distintos factores. Uno de ellos a la situación de corrupción que se presentó en los altos mandos de la estatal petrolera, ante la que la anterior fiscal Luisa Ortega Díaz jamás imputó a ninguno de estos gerentes. Luego que la Asamblea General Constituyente nombra al fiscal Tarek William Saab, fíjese lo que ha pasado: dos expresidentes de la estatal petrolera, dos exministros de petróleo, 43 altos funcionarios y gerentes de la industria petrolera, todos ellos presos respondiendo ante la justicia por cargos de corrupción y varios prófugos.
¿Todos ellos son cargos nombrados por el chavismo?
Rodríguez: Sí, pero la corrupción es una responsabilidad individual y le digo con toda franqueza: ¿qué país del mundo hace una campaña contra la corrupción como la que acaba de hacer o como la que viene haciendo el presidente Nicolás Maduro? Yo puedo depositar mi confianza en usted, pero si usted vulnera esa confianza, pues tiene que responder ante la justicia.
Pero si la vulneran uno tras otro, ¿no hay ninguna responsabilidad en quien les nombra?
Rodríguez: En las leyes de Venezuela, no sé cómo es en España, pero en las leyes de Venezuela la responsabilidad es individual.
¿Muestran las detenciones de militares disidentes ciertas grietas en el régimen? ¿Ve algún riesgo de golpe de Estado?
Rodríguez: No, más bien ahora entendemos la alternativa a las elecciones que tenían los sectores extremistas de la derecha venezolana: la posibilidad de soliviantar la disciplina de la fuerza armada bolivariana para generar un golpe militar. El mismo presidente Zapatero lo preguntaba en República Dominicana ¿Cual alternativa tienen ustedes a las elecciones? Bueno, la alternativa era esta, la posibilidad de soliviantar la disciplina de la fuerza armada bolivariana para generar un golpe militar. Aparecieron unos pocos oficiales subalternos que estaban en contacto con sectores de la extrema derecha venezolana que estaban promoviendo acciones de conspiración militar. Pero eso no hizo más que afianzar más la unidad de las fuerzas armadas.
¿Tienen ustedes miedo a unas elecciones libres?
Rodríguez: No, es lo que tendremos el próximo 20 de mayo, unas elecciones con una participación que envidian en otros países del mundo. El sistema electoral venezolano es el más auditado y transparente del mundo entero, avalado por personas de intachable conducta. Es el mismo sistema con el que la oposición ganó las elecciones en el año 2015 y está en este momento blindado con las garantías que se firmaron en un acuerdo que se firmó entre el candidato opositor Henri Falcón y el candidato a la reelección, el presidente Maduro.
¿Puede haber elecciones libres con presos políticos y líderes inhabilitados?
Rodríguez: Yo no sé a qué se refiere usted con presos políticos. En Venezuela hay políticos que han incurrido en situaciones que vulneran nuestra Constitución, que han llamado a hechos de violencia. Aquí en España hay ahora políticos que están siendo incursos en acciones de la Justicia, no nos metemos en los asuntos de España, pero hay ahora políticos que están ante la Justicia porque algunos tribunales consideran que violaron las leyes y la Constitución de España.
Con presos políticos me refiero a los que las ONG locales y organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos han certificado.
Rodríguez: Gracias a la deleznable acción del señor Luis Almagro, la Organización de Estados Americanos dejó de existir, eso ya no existe, eso no es un organismo multilateral en modo alguno. Almagro es un actor político que está a merced de lo que diga la Administración Trump.
¿Cree que puede haber elecciones libres si no pueden concurrir algunos de los principales líderes y partidos de la oposición?
Rodríguez: En Venezuela hay 18 partidos políticos. Quince están participando en la elección presidencial. Hay tres partidos de la oposición que están agrupados en torno a la extinta Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a los que no se les permitió participar, pero nosotros promovimos a través de esta mesa de diálogo en Venezuela y en República Dominicana que hubiera participación de todos los partidos políticos. Sucede que hubo un mensaje claro directo del encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos, el señor Robinson, a Henry Ramos Allup, a Henrique Capriles Radonski, a todos los relacionados con sus partidos para que no participaran. Pero el señor Falcón es un representante de la directiva de la oposición venezolana, fue jefe de campaña de Capriles en 2013 y gobernador del Estado Lara con la oposición. Es una mezquindad decir que Falcón no es de la oposición. Yo creo que lo que va a ocurrir es que la gran mayoría del pueblo venezolano, sea chavista o sea opositor, va a participar. Hay una intención de voto que supera el 70%. A nosotros lo que nos importa es que haya garantías electorales y están todas. Estamos planteando que vengan a observar las elecciones quien quiera venir. Si la señora Mogherini quiere convocar una misión de asistencia técnica, con mucho gusto. Ojalá puedan venir de manera objetiva representantes de todo el mundo a ver el proceso.
Usted dice que con este sistema electoral la oposición ganó las elecciones a la Asamblea nacional de 2015. Pero desde que lo hizo, el Gobierno ha ignorado sus competencias.
Rodríguez: Eso es completamente falso. El presidente Maduro fue a presentar su informe, trató de buscar acuerdos, señaló que quería reunirse con el presidente del Parlamento y el presidente del Parlamento se atrevió a decir que jamás recibiría al presidente. Llegaron a hacer tantas barbaridades que la máxima instancia judicial del país, que es la sala constitucional del Tribunal Supremo, que interpreta esta Constitución, tuvo que declarar la situación de desacato. Digo más, estuvimos a punto de corregir la situación de desacato a través del diálogo en República Dominicana, ya habíamos llegado a un acuerdo al respecto, pero el señor Julio Borges recibió una llamada de Colombia, donde estaban reunidos Juan Manuel Santos y el ex secretario de Estado de EE UU, Rex Tillerson, y le impidieron firmar. Estaban ensoberbecidos de poder en ese momento, creían que habían tomado el cielo por asalto porque habían ganado las elecciones parlamentarias, no administraron bien su victoria y miren lo que está pasando ahorita. La gran mayoría del pueblo elector en Venezuela rechaza a esa dirigencia opositora.
Ese desprecio de la Asamblea ha llevado a convocar una Asamblea Nacional Constituyente. ¿No le parece otra forma de boicotear a la Asamblea?
Rodríguez: Bastaría con leer nuestra Constitución que en su artículo 247 [en realidad es en el 348] señala que el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela puede convocar a una Asamblea Nacional Constituyente. Está en esta Constitución.
Pero no está que se elija con un sufragio que no sea universal, ni proporcional, ni que parte de los diputados sean gremiales, que recuerdan a la democracia orgánica del franquismo, ni que se elija un diputado por municipio con independencia de su población
Rodríguez: ¿Quién eligió a esos constituyentes? En Venezuela hay 335 municipios, uno por cada municipio…
¿Y da igual que tenga millones de habitantes que decenas?
Rodríguez: Es que en nuestro Parlamento Federal es así, también hay representación de todos los municipios. Y además, en las capitales, que son generalmente más habitadas, escogían dos y la capital de la República, siete. Y había un voto que era un voto sectorial. Por ejemplo, que los pensionados pudieran escoger un representante. O, lo que a mí me parece hermoso, histórico, que por primera vez las personas con discapacidad pudieran escoger un representante para la redacción de un texto constitucional. Nosotros ofrecimos a la oposición que se incorporaran a la lucha por la asamblea y si no podían participar les propusimos cooptar hasta 100 constituyentes. Y lo habían aceptado, lo aceptaron el 25 de julio de 2017 y el 28 de julio nos dijeron: no podemos.
¿Le parece muy democrático un sistema en que el Gobierno puede ofrecer qué cuota de diputados le corresponde a la oposición?
Rodríguez: El presidente podía optar, eso está establecido. Como no podían ni querían participar en la elección porque tenían presiones que les impedían participar en la Constituyente, consideramos importante que hubiera un factor de la oposición. De hecho, inmediatamente después de electa, la Asamblea Nacional Constituyente trajo la paz al país, no hubo más violencia. E inmediatamente después de la elección convocamos a la oposición, nos sentamos y fue el momento en que se dio de forma más fructífera el diálogo.
Hablando de diálogo, ¿considera al expresidente Zapatero un amigo del Gobierno venezolano?
Rodríguez: Todo el pueblo de Venezuela tiene mucho que agradecerle a José Luis Rodríguez Zapatero por todo lo que hizo para la paz de la República, por toda la capacidad de escucha que tuvo para escuchar sobre todo a la oposición venezolana, la constancia con la que siempre estuvo dispuesto a buscar un arreglo, a buscar un acuerdo, sobre todo un acuerdo de convivencia que era principalmente lo que promovía.
Las relaciones con España se han deteriorado, ¿cree que es posible recomponerlas?
Rodríguez: Nosotros hemos dicho siempre: uno, respeto a nuestra soberanía; dos, respeto a nuestra independencia. Nosotros no nos metemos en los asuntos de España, España que no se meta en los asuntos de Venezuela. España tiene sus problemas, pero no nos metemos en los asuntos del Gobierno de Mariano Rajoy con Cataluña, en los problemas de sus pensionistas, no nos metemos en que si el presidente decide o una corte decide que un cantante debe ir preso porque insulta al Rey de España. Eso tiene que ver con España. Es lo único que pedimos, reciprocidad en ese sentido. Si se logran esas condiciones de respeto, no veo por qué no podríamos arreglar la relación.
Prensa Digital Mippci/Diario El País de España.