Francisco Rodríguez vivió un fin de semana de pesadilla en Oakland. En dos encuentros seguidos, el cerrador de Detroit no pudo preservar ventajas en el cierre del novena inning y los Atléticos le conectaron batazos para liquidar los partidos en su última vez al bate.
El domingo, luego de encajar un doble impulsor de Jed Lowrie que empató el marcador, Ryon Healy sacudió un cuadrangular para dejar en el terreno a los Tigres y catapultar a Oakland a una victoria 8-6. En la víspera, Adam Rosales había sido el verdugo del Kid y de su equipo, con un hit al momento de recoger los bates.
“Era lo que quería (la oportunidad de salvar)”, señaló Rodríguez sobre la desastrosa actuación dominical a MLB.com. “Pero, obviamente, no obtuve el resultado. Estaba tratando de conseguir algún tipo de redención, pero supongo que no fue así. No está funcionando. Es una racha realmente mala. Espero haberla dejado atrás. Tengo que encontrar la manera de dejarlo atrás”.
Esa actuación agregó más dudas sobre el estatus de cerrador de Rodríguez con los bengalíes. El derecho, de 35 años de edad, no ha podido ser consistente en el inicio de la temporada y, tras sus dos dolorosos descalabros, la efectividad le saltó a un terrible 8.49 y elevó a cuatro sus rescates desperdiciados, mientras que ha permitido al menos una carrera en siete de sus últimas 12 salidas.
El 28 de abril, después de la segunda derrota de Rodríguez, el manager Brad Ausmus dejó claro que el caraqueño seguiría siendo el taponero del club.
“Creo que la gente tiene una memoria corta”, comentó el estratega al diario Free Press, en aquella oportunidad. “Francisco hizo un gran trabajo para nosotros el año pasado”.
Pero, después de los resultados de sábado y domingo, el discurso de Ausmus sobre la posibilidad de que Rodríguez sea removido de su actual responsabilidad, fue muy diferente
“Realmente vamos a tener que hablar de ello antes de tomar cualquier decisión”, dijo Ausmus a MLB.com. “Tendremos una discusión al respecto”.
Si Detroit decide ir en una dirección diferente, Justin Wilson (1.32 PCL), el relevista del octavo inning, parece ser una decisión lógica.
“No recuerdo haber pasado por un momento tan malo como este”, destacó Rodríguez. “Estoy extremadamente decepcionado. Solo quiero enviar disculpas a mi equipo y a los fans. Totalmente avergonzado. Más avergonzado que cualquier otra cosa”.
Rodríguez, que exhibe récord de 1-4, con siete salvados, jamás ha perdido su condición de cerrojo en una temporada. Con Milwaukee, desde mediados de 2011 hasta 2013, y después con Baltimore, en la segunda mitad de 2013, no cerró partidos porque fue cambiado y en esos equipos eran usados para la novena entrada John Axford y Jim Johnson, respectivamente.
La del domingo, fue la vez 21 en la que el Kid estaba en el montículo cuando su club fue dejado en el terreno (siete con los Ángeles, seis con los Mets, cuatro con los Cerveceros y cuatro con los Tigres). Esa cifra es la más alta entre los lanzadores activos en las Grandes Ligas, de acuerdo con Elias Sports Bureau. Hasta el sábado estuvo igualado con Fernando Rodney (20).
Rodríguez también es el relevista con más rescates entre sus colegas que siguen lanzando en las Mayores (437) y el cuarto de todos los tiempos.
T/RNV/Prensa LVBP