El papa Francisco reconoció este jueves que “hay corrupción” en el seno del Vaticano pero que él vive “en paz”, al tiempo que declaró que hay voces en la institución que exigen reformas.

El máximo representante de la Iglesia Católica arremetió a su vez contra los “muchos Poncios Pilatos que hay en la Iglesia” que viven lavándose “las manos para estar tranquilos”.

“Un superior que se lava las manos no es padre y no ayuda”, dijo.

Asimismo, señaló que en las estructuras de la Iglesia, es posible encontrar “una atmósfera mundana y principesca” y añadió que los religiosos “tienen que contribuir a destruir este ambiente nefasto”.

“Y no hay necesidad de convertirse en cardenales para creerse príncipes. Basta ser clericales. Esto es lo peor en la organización de la iglesia”, afirmó.

Por otra parte, el sumo pontífice habló de la pederastia en el interior de la Iglesia, la cual definió como “una enfermedad”, por lo que era necesaria una “atención al recibir a candidatos a la formación religiosa sin verificar su adecuada madurez afectiva”.

“Por ejemplo, nunca recibir en la vida religiosa o en una diócesis candidatos que han sido rechazados en otra sin pedir información detallada sobre por qué fueron alejados”, indicó.

T/ Agencias / Telesur