Harina de maíz, coco y panela o papelón son los ingredientes principales del majarete, un manjar heredado desde tiempos de la colonia y que en Zulia se prepara como postre tanto para celebrar la Navidad como para degustar durante la Cuaresma.
Su apariencia es como la del flan y su sabor engalana el paladar, sobre todo al ser acompañado con dulce de lechosa.
Cristina Mendoza, marabina de 54 años, no deja de preparar el majarete para la Navidad ni para la Cuaresma, tal y como se lo enseñó su abuela Elvia Rosa Romero.
«Recuerdo a mi abuela con su voz bajita explicándome cómo prepararlo, cuando yo apenas era una niña. Me decía que le debía enseñar a mis hijos la forma de hacerlo, mientras colocaba los ingredientes sobre un mesón en el patio, donde destacaba una paleta o cuchara larga de madera», rememora.
Primero se ralla o se licúa el coco, se le agrega agua tibia, luego se exprime y se cuela bien. La leche extraída del coco se hierve con canela, clavitos de olor y malagueta (guayabita), la cual debe estar previamente machacada.
Se le agrega la panela o papelón molido, y se revuelve vigorosamente la mezcla hasta que lograr que se disuelva.
«Bajamos la mezcla del fuego y le vamos agregando la harina de maíz poco a poco revolviéndola con una paleta o cucharón de madera largo, para que toque el fondo de la olla o la paila y así evitar que se pegue», pormenoriza Cristina, al tiempo que cuenta que sus cuatro hijos preparan el manjar y estos les han enseñado a sus esposas para no acabar con la tradición.
El siguiente paso es volver a llevar al fuego la preparación hasta que comience a hervir y se forme como especie de jalea que se pegue al cucharón. Luego se baja y se coloca en platos o envases, que luego de enfriarse a temperatura ambiente, se refrigeran.
«Con este dulce espero a la familia y amigos que me visitan en Navidad y Año Nuevo, acompañado de dulce de lechosa con piña o de limonzón y seguro el otro año vuelven».
T/AVN
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