Cada día cuando el reloj marca las 4:25 de la tarde, suena un cañonazo desde lo alto de Monte Piedad, populoso sector de la parroquia caraqueña 23 de Enero, donde la milicia venezolana rinde honores al recordar la hora de aquel 5 de marzo de 2013, momento que imprimió la desaparición física del comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
En el ceremonial se ubican tres soldados; uno porta y lee un pergamino, el otro se encarga de entonar cuatro campanadas y media. Un tercero acciona el fuego para hacer detonar una bala de salva que simula el sonido del cañón.
¡Se cumplen tres años y parece que fue ayer! Se escucha entre los que visitan el Cuartel de la Montaña, lugar estratégico desde donde el líder de le Revolución Bolivariana dirigió la Rebelión Militar del 4 de febrero de 1992, y donde reposa su cuerpo desde el 15 de marzo de 2013, al resguardo de soldados de la Guardia de Honor Presidencial.
-Mi cuartel amado- refería el comandante Chávez al asomarse desde el balcón del pueblo, en el Palacio de Miraflores. Desde el cuartel 4F se amplía un horizonte histórico que muestra la Iglesia de Paguita y, en la parte posterior un espacio en amarillo. Se trata del helipuerto presidencial, justo donde aterrizó el helicóptero la madrugada del 14 de abril de 2002 cuando Hugo Chávez fue rescatado y recibido por el pueblo venezolano, tras un breve golpe de Estado.
“Ver el balcón del pueblo desde el Cuartel de la Montaña, es recordar cuando el presidente Chávez decía que todas las tardes se asomaba y tomaba su tacita de café”, comentó Silvia Belandria, quien reside en el sector Tacagua Vieja, en la carretera Caracas-La Guaira y visitó a su comandante eterno.
Chávez también era recordado por ser un hombre católico. Sentía especial devoción por la Virgen del Socorro, al igual que su bisabuelo Pedro Pérez Delgado, conocido como Maisanta. Por ello, en el Cuartel de la Montaña hay una pequeña y acogedora capilla en la que se realizan misas los días 5 de cada mes, con sus familiares más cercanos. Los 5 de marzo si permiten la entrada del pueblo.
Silvia Belandria
“Nuestro Comandante era pueblo, él nos visitó varias veces en Tacagua Vieja, siempre estuvo pendiente de su pueblo. Yo soy revolucionaria y toda la vida me encantó como Chávez gobernó en Venezuela. Fui a muchas de las concentraciones de mi presidente, recuerdo el cierre de campaña en octubre de 2012, bajo esa lluvia y con un gentío impresionante por todas las avenidas, yo lloraba y gritaba de la emoción al verlo llegar”, recordó Silvia.
También hay un pequeño museo con fotografías y algunas pertenencias del comandante Hugo Chávez, como por ejemplo: la tacita de peltre donde tomaba café, un mapa técnico con el que explicó de que trataba la moneda Sucre. También está la Constitución que siempre llevaba en su bolsillo, su boina militar, porta nombre, jerarquía y un sable que le obsequió el Ejercito Nacional Bolivariano.
Anabel Paredes
Durante el recorrido, las blancas manos de Anabel Paredes, proveniente del estado Mérida, se posaron en el sarcófago de la Flor de los Cuatro Elementos; estando allí Paredes expresó: “me siento triste porque fue una gran persona y nunca esperé que se fuera tan rápido. Chávez para mí era sinónimo de esperanza, alegría y ayuda. Logré hacer una maestría en Educación Comparada con el convenio Alba, ayer justamente pude entregar mi tesis y todo gracias al comandante”.
Rafael Serra
Del estado Mérida también llegó Rafael Serra, y con un profundo sentimiento aseguró que desde que vio a ese “hombre revolucionario esa madrugada del 4 de febrero, se que quedó grabado en mí como una persona que asume su responsabilidad. Venezuela estaba tan mal que una persona que asumiera la responsabilidad por algo que hizo representó tanto que llegó a ser el presidente. Cada Aló, Presidente que hizo y cada palabra que dijo están vigentes, el pueblo venezolano tiene que reflexionar respecto a todo lo que el quería hacer por el país para no dejarlo perder”.
Más allá del 23
El amor a Hugo Chávez trasciende a las afueras de las murallas del monumento militar. ¡Dios con nosotros! ¿Quién contra nosotros? Es la frase que se lee al posarse frente al altar construido en su honor, al principio de la calle que precede el 4F. Allí se encontraba rezando Elena Villarroel, habitante de la parroquia 23 de Enero. Trabaja en el Hospital Militar de Caracas y tuvo la oportunidad de conocer muy de cerca al Comandante.
Elena Villarroel
“Chávez es todo para mí. Tuve la oportunidad de compartir un tiempo con él durante su enfermedad. Esos días fueron muy bonitos, nunca creímos que iba a tener el desenlace que tuvo. Él siempre iba hasta donde nosotras estábamos, siempre de cerca con su gente. A nosotras no nos dejaban pasar a su habitación. Lo recuerdo como un ser humano maravilloso… pero bueno, la lucha continúa”, suspiró tras recordarlo.
La señora Francis Veracierta reside en la calle Los Mangos, sector Las Praderas de Petare, es artesana y costurera. Desde siempre ha coleccionado fotos, muñecos, afiches y cualquier objeto donde esté representada la imagen del Comandante Eterno Hugo Chávez. También tiene una Constitución firmada por diferentes líderes de la Revolución Bolivariana, entre ellos el presidente de la República Nicolás Maduro y el diputado del Bloque de la Patria, Diosdado Cabello.
Y es que, aunque Hugo Chávez ya no esté físicamente, para Veracierta el Comandante siempre está presente en cada rincón de su hogar, porque desde 1992, el entonces Teniente Coronel entró en las viviendas de miles de venezolanas y venezolanos con aquel “Por Ahora” que años más tarde se convirtió en un “Para Siempre”.
De forma similar, Miriam Rodríguez, quien vive en la calle Tamanaco, Zona 3 del barrio Cuatricentenario de Petare, conserva muy de cerca a Chávez. En su dormitorio mantiene viva su presencia con el retrato en óleo que le obsequió su hermano, el pintor Víctor Rodríguez, el día de su cumpleaños (6 de abril 2013).
Así como estos hombres y mujeres, muchas son las personas que día a día recuerdan a Hugo Chávez, el amigo, el hombre, el Comandante, el Presidente que despertó al pueblo y guió el camino para el transitar hacia la verdadera independencia.
Frase inmortal
“Este mensaje bolivariano va dirigido a los valientes soldados que se encuentran en el Regimiento de Paracaidistas de Aragua y en la Brigada Blindada de Valencia. Compañeros lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento y yo, ante el país y ante ustedes asumo la responsabilidad de este Movimiento Militar Bolivariano”.
Con este mensaje Hugo Rafael Chávez Frías se inmortalizó el 4 de febrero de 1992 y se ganó la admiración de un pueblo que aun lo recuerda y defiende su legado.
T/Minci
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