De 126 mil toneladas que se cosecharon en el año 2012, incrementó a 172 mil 253 toneladas en 2014, en una superficie de 7 mil 248 hectáreas, según emite la Memoria y Cuenta del Ministerio de Agricultura y Tierras de 2014.
La producción nacional de esta hortaliza está destinada en su mayor parte al consumo fresco y una mínima proporción es destinada al uso industrial y procesamiento de pasta de tomate. Es por ello que éste es un rubro de mucho valor para la población venezolana.
Para cubrir la necedidad del pueblo en el consumo de este alimento, el Gobierno Bolivariano lo ha incluido dentro del Plan Siembra Urbana 2016, proyecto promovido dentro de las políticas agroalimentarias que han venido desarrollando a lo largo de estos últimos años y que hoy lidera el presidente Nicolás Maduro.
RENDIMIENTO Y CONSUMO
Según refiere el Atlas VII Censo Agrícola de Venezuela, 50% de la producción nacional de tomate se concentra en las tres entidades con mayor volumen de producción, como lo son Lara, Guárico y Trujillo. También se registró una importante cantidad de unidades de producción agrícola a lo largo de todo el eje andino y el centrooccidente del país.
En Venezuela, el tomate tiene un consumo per cápita de 7,1 kilogramos anuales y una disponibilidad bruta para el consumo humano de 210 mil 490 toneladas anuales, según el Instituto Nacional de Nutrición (INN).
PARA BENEFICIO DEL PUEBLO
Por ser el tomate un cultivo emblemático para la producción y el consumo de los venezolanos y venezolanas el Gobierno Bolivariano, bajo el mandato del Comandante Hugo Chávez, inauguró en el año 2008 la tomatera “La Caicareña”, una planta ubicada en el estado Monagas.
Esta empresa cuenta con una capacidad de procesamiento de 650 toneladas diarias de pulpa de tomate que se usa exclusivamente para el beneficio del pueblo venezolano.
Durante ese mismo período, a través de la sinergia institucional con la Gobernación de Monagas y el Banco Agrícola de Venezuela, se les ofreció apoyo a los pequeños y grandes productores de esta zona agroindustrial para seguir generando el cultivo del tomate.
Mientras que para inicio de este año el Ejecutivo Nacional realizó un financiamiento de 425 hectáreas destinadas a la siembra de tomate, de las cuales 330 fueron financiadas por el Fondo de Desarrollo Agrario Socialista (Fondas) y 125 por la Gobernación de la entidad, por medio del Fondo de Crédito para el Desarrollo del estado Monagas (Foncredemo), lo que contribuirá a incrementar la materia prima.
Asimismo para garantizar la producción agrícola y favorecer a los productores del estado Lara, el Sistema de Riego Valle de Quíbor, ubicada en esta entidad, ha venido ejecutando desde el año 2012 un conjunto de acciones junto al Ejecutivo Nacional, como lo es la construcción de una importante cantidad de módulos de cultivos protegidos para la producción de tomate y otras hortalizas.
SUS CARACTERÍSTICAS
La palabra tomate proviene del náhuatl “xitli” (ombligo) y “tinatlm” (tomati o tomatera). El jitomate ya se cultivaba en México 700 años a. C. antes de la llegada de los conquistadores españoles.
Es una especie de la familia de las solanáceas originaria de Centro y Sudamérica.
El tomate propiamente dicho es una baya generalmente de forma subesférica, globosa o alargada y, habitualmente, de unos 8 centímetros de diámetro.
Su color es verde cuando está inmaduro y toma generalmente un color rojo intenso con la maduración. Mientras que las semillas de este cultivo tienen 2,5-3 por 2 mm; son ovoides, comprimidas, lisas o muy velludas, parduzcas y están embebidas en una masa.
En el país se puede encontrar tres variedades de tomates: perita, industrial y manzano, siendo el perita el más consumido y más popular en los mercados venezolanos.
Según el Instituto Nacional de Nutrición (INN) éste es un alimento con escasa cantidad de calorías pues la mayor parte de su peso es agua y contiene hidratos de carbono que son de gran importancia para la salud ser humano. Por estar razón el INN se ha encargado de promover el consumo de esta hortaliza en el pueblo.
T/Ciudad CCS
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