Foto: CiudadCCS
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Tribu es el nombre de la demostración de pintura corporal que se ofrecerá hoy, a partir de las 3:00 pm en el Museo de Arte Afroamericano, ubicado en San Bernardino, que surgió como resultado del Taller Laboratorio de Arte del Body Paint y Dinámicas Teatrales que imparte el artista visual Iván Hernández Rojas, desde el pasado 18 de junio.
La muestra es la última de las cuatro sesiones del taller en el cual se trabajó el body paint múltiple y contará con la participación de una decena de soportes corporales y artistas, encargados de protagonizar un performance dinámico a través del cual Hernández busca exhibir el lenguaje del cuerpo a través de las artes plásticas.
Los participantes del taller, artistas y soportes corporales, tuvieron la oportunidad de aprender las técnicas necesarias para realizar una pintura corporal desde las dos modalidades que conforman este arte; para ello se realizaron actividades prácticas y demostraciones con modelos profesionales sobre el desnudo artístico y se dictaron diversas técnicas estéticas y artísticas, durante los tres sábados previos en los que se dictó el taller.
La presentación girará en torno al concepto de tribu urbana en tributo al Museo de Arte Afroamericano y a la raíz africana en Venezuela y Latinoamérica, explicó el artista visual a Ciudad CCS.
Sobre el artista
Hernández proviene de una familia con tradición dentro de las artes plásticas, sin embargo, él se interesó por las artes escénicas, el teatro de títeres y la animación de objetos en cámara lenta, técnicas que estudió durante años y que hoy fusiona con el arte corporal.
Define al cuerpo como un vehículo tridimensional, “un ser que siente, que respira, que palpita, entonces jamás en la vida puede ser un lienzo, pienso que es un soporte corporal, un modelo en el cual uno trabaja para crear lecturas plurales, lo maravilloso de todo esto es que tú tienes una idea, un planteamiento que quieres hacer plástico y conceptual pero finalmente la lectura es plural y eso lo hace infinito”, explicó.
Hernández se inició en la pintura corporal hace 12 años en una serie de talleres impartidos por el Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes) en los cuales, además del uso de la plástica, aprendió sobre suspensiones y modificaciones del cuerpo, entre otras técnicas de arte sobre la piel.
Para él, éste, más que un arte milenario es un arte prehistórico que nos remonta a la época de las cavernas, momento en el que se utilizaban arcillas, tizas y tierras colorizadas que le permitían a las personas expresarse bien sea por arte, belleza corporal, religión, guerras o distinción de castas o tribus.
Por ello, el creador define el body paint como un arte inherente al ser humano, que surge como necesidad expresiva. El artista se define a sí mismo como un artista visual e integral que se diferencia del resto por el hecho de realizar su arte sobre soportes vivos.
“Para mí el body paint es tan sublime, es tan importante (…), porque lo veo como una obra de arte en movimiento, que es única, irrepetible y posee soportes que respiran y palpitan”, dijo.
Aunque algunos crean que lo efímero del arte corporal es un obstáculo, para Hernández no es así.
Asegura que el siglo XXI es el momento perfecto para esta forma de arte, pues, se apoya en su conservación a través de la fotografía y los audiovisuales, por lo que lo concibe más que como una limitación, como catapulta al mundo en solo minutos.
Desde el mes de mayo trabaja en la serie Almas aladas, un proyecto ambicioso de 25 obras en body paint que se enfoca en el alma y en las metáforas de esas almas como centro, yendo más allá de la apariencia física de los cuerpos.
“Almas aladas es una metáfora de las almas que están en un estado agudo, sea el bien o el mal, sea la alegría o la tristeza, pero que rompen un poco su estatus del cotidiano y van más allá de un sentimiento, una búsqueda o una realización que trasciende al ciudadano común”, explicó.
 
 
T/CiudadCCS/Verónica Abreu Roa