En el marco del 80 aniversario de la UNESCO, la Parranda de San Pedro de Guarenas conmemoró sus 11 años de inscripción como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El emotivo acto, celebrado en la Unidad Educativa Estadal Simón Rodríguez del municipio Plaza, sirvió para reafirmar la vital articulación entre tradición, comunidad e instituciones del estado Miranda, y para destacar los esfuerzos continuos de salvaguardia y formación.

El evento, organizado por la Asociación Civil Antonio Núñez Parranda de San Pedro, congregó a autoridades locales, representantes académicos, cultores y miembros de la comunidad. La jornada se constituyó como una plataforma para exaltar el legado cultural mirandino y la labor pedagógica que mantiene viva esta expresión en escuelas y comunidades.

Durante el encuentro, se realizaron homenajes, se presentaron muestras audiovisuales sobre la tradición y se desarrollaron diversas expresiones artísticas. El jefe de la Parranda, Pablo Gilman Núñez, destacó el compromiso formativo de la agrupación: “Este es el legado que le mostramos a las nuevas generaciones a favor de la salvaguarda de este patrimonio cultural. Nuestro trabajo en las escuelas y comunidades es fundamental para asegurar su permanencia”.

Uno de los puntos centrales de la conmemoración fue la presentación de los mecanismos de salvaguardia. La profesora Delibel Cabrera, responsable de la Universidad del Magisterio en el municipio, profundizó en el contenido y alcance del Diplomado de Salvaguarda del Patrimonio Parranda de San Pedro de Guarenas. Este programa académico, diseñado con una visión a largo plazo, busca garantizar la comprensión, valoración y transmisión sistemática de todos los elementos que conforman esta tradición.

La celebración culminó con una vibrante y colorida muestra cultural protagonizada por los estudiantes de las cohortes 2024 y 2025 de la Escuela Pablo Núñez de la Parranda. Esta presentación evidenció el éxito del trabajo formativo y la energía de las nuevas generaciones que asumen el compromiso de perpetuar la festividad.

El evento, celebrado con éxito, fue posible gracias a la sólida articulación entre el Poder Popular y las instituciones del estado Miranda, demostrando que la preservación del patrimonio es una tarea colectiva que une a la comunidad, la escuela y las instancias gubernamentales.

T/RNV