Con un llamado a ampliar la participación ciudadana en la gobernanza global y construir un orden internacional más justo y multipolar, se inauguró este lunes 1 de diciembre en Río de Janeiro la primera Cumbre de los Pueblos del BRICS. El evento, que se desarrollará hasta el 4 de diciembre en el emblemático Armazém da Utopia, marca el cierre del año de presidencia brasileña del bloque (2025) y representa un hito en la articulación de las sociedades civiles de los países miembros y aliados.
La cumbre reúne a más de 150 representantes de movimientos sociales, sindicales, indígenas y académicos de 21 naciones. Su objetivo central es debatir cómo la sociedad civil puede tener una incidencia más activa y directa en los mecanismos de cooperación del BRICS, tradicionalmente dominados por las esferas gubernamentales y financieras.
Los debates se centran en ejes estratégicos para el Sur Global:
Fortalecimiento de la multipolaridad: Análisis de la nueva configuración geopolítica y el rol del BRICS como contrapeso.
Desdolarización y alternativas financieras: Búsqueda de mecanismos comerciales y financieros que reduzcan la dependencia del sistema hegemónico actual.
Cooperación económica soberana: Diseño de instrumentos de colaboración que prioricen el desarrollo nacional y la soberanía.
Integración popular: Consolidación de espacios permanentes de participación ciudadana dentro de la arquitectura del BRICS, una iniciativa lanzada bajo la presidencia rusa en 2024.
En el discurso inaugural, João Pedro Stedile, líder del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, fue contundente al exigir mayor poder de decisión para los pueblos: «Es inaceptable que los recursos para la cooperación internacional estén controlados exclusivamente por los ministros de finanzas». Stedile abogó por el fortalecimiento del Consejo Popular de los BRICS como instancia de control social.
El acto de apertura estuvo a cargo del reconocido economista y escritor Elias Jabbour, quien definió este período como uno «marcado por el auge global de los pueblos». Jabbour enfatizó que «solo los BRICS pueden ofrecer soluciones para evitar la vulneración de las soberanías nacionales», destacando el liderazgo del bloque en la lucha por la paz, la consolidación institucional y la adaptación climática.
La ceremonia inicial contó con un momento solemne y significativo presidido por integrantes de la Aldeia Maracanã, un territorio indígena urbano en el corazón de Río de Janeiro. Su participación recordó la vitalidad de la resistencia cultural y la importancia de integrar las voces históricamente marginadas en los debates sobre el futuro global, aportando una perspectiva ancestral y de profundo arraigo a la tierra.
La Cumbre de los Pueblos del BRICS se consolida como un espacio paralelo y complementario a las cumbres oficiales de líderes, con el propósito de garantizar que la voz de las bases sociales sea escuchada e incorpore sus demandas en la agenda del bloque, que hoy agrupa a algunas de las economías y sociedades más dinámicas del mundo.
T/RNV
