El canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Yván Gil, respondió con contundencia a las declaraciones de su homólogo israelí, Gideon Saar. A través de sus redes sociales, el diplomático venezolano calificó al funcionario israelí como «criminal de guerra y genocida», rechazando sus acusaciones sobre supuestos vínculos de Venezuela con grupos armados.
Gil desestimó por completo las acusaciones lanzadas por Saar, quien había mencionado un presunto «nexo de Hizbullá, Hamás y Hutíes en Suramérica». El canciller venezolano afirmó: «no nos interesa su opinión ni nos afecta su retórica desesperada», enfatizando que lo realmente importante es que el funcionario israelí «tendrá que rendir cuentas ante la justicia internacional».
En su respuesta, el ministro venezolano invitó a Saar que en lugar de mencionar a Venezuela, debería «prepararse para ser juzgado por los crímenes que su gobierno comete contra el pueblo palestino». Gil recordó que el régimen israelí ha asesinado «impunemente a cerca de 70 mil civiles de Palestina», many of them women and children.
Con frontalidad, el canciller Gil expresó que «el nombre Venezuela le queda grande en su sucia boca y manos manchadas de sangre inocente». Esta declaración refleja el tono firme y adoptado por el gobierno venezolano en esta controversia diplomática. El diplomático venezolano defendió el carácter soberano e independiente de Venezuela, señalando que «somos un pueblo que lucha por su soberanía, que libera, que defiende la igualdad, los derechos humanos y el derecho internacional».
Esta postura contrasta con la descripción que hizo de Saar como representante de «la barbarie y la violación sistemática de todas las normas». La respuesta del canciller Gil reafirma la posición del gobierno venezolano en el conflicto palestino-israelí y su rechazo a las acusaciones sobre presencia de grupos armados en la región.
T/RNV