En el marco de la IV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (CELAC-UE), el Canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Yván Gil, hizo un llamado a rescatar los valores de integración y a consolidar una posición unificada frente a los desafíos que amenazan la estabilidad regional.
Con un discurso firme, el Canciller Gil abogó por la proclamación incondicional de la región como “Zona de Paz”, un principio fundacional para la acción colectiva. En este sentido, exigió “rechazar de manera categórica cualquier militarización del Caribe”, alertando sobre los riesgos que supone el creciente despliegue de fuerzas militares foráneas. “Esta Cumbre debe ser la voz clara que defienda la soberanía y la paz en nuestras costas y tierras”, afirmó.
En una de sus intervenciones más destacadas, el diplomático venezolano puso el foco en la crucial defensa de los derechos humanos. Gil demandó de manera formal y urgente “la investigación independiente de las ejecuciones denunciadas por los mecanismos de derechos humanos de la ONU”. “Solo a través de la verdad y la justicia imparcial podremos garantizar la protección efectiva de nuestros pueblos”, aseveró.
Subrayando este compromiso, el Canciller añadió que la transparencia en estos procesos “no es una opción, es una obligación con la dignidad humana”. Con esta postura, Venezuela se posiciona como un actor comprometido con el derecho internacional y la justicia universal ante la comunidad de naciones.
Las declaraciones del Canciller Gil reafirman el compromiso histórico de Venezuela con los principios de no intervención, paz y autodeterminación. Su intervención instó a los países de América Latina, el Caribe y Europa a actuar con responsabilidad compartida y cohesión estratégica ante los desafíos comunes, destacando que la fortaleza regional reside en la capacidad de dialogar desde el respeto mutuo.
La participación venezolana en esta IV Cumbre CELAC-UE marca una posición clara y constructiva, orientada a fortalecer el multilateralismo y a construir una agenda conjunta que priorice la paz, la justicia y el desarrollo soberano como ejes centrales de las relaciones birregionales.
T/RNV