El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció ante la comunidad internacional la incautación de un buque petrolero venezolano por parte de fuerzas estadounidenses. El Jefe de Estado calificó la acción como un «acto absolutamente criminal e ilegal» y aseguró que el argumento del combate al narcotráfico utilizado por Washington es una excusa para enmascarar el objetivo real: apoderarse del petróleo venezolano.

Durante un pronunciamiento este miércoles, el Dignatario nacional afirmó que con este hecho «se les cayó la máscara» a las autoridades estadounidenses. Asimismo desmintió las justificaciones previas y declaró que la verdadera razón es el deseo de apropiarse de los recursos energéticos del país. «No es narcotráfico, es el petróleo, que se lo quieren robar, y Venezuela va a defender su soberanía sobre sus recursos naturales», expresó con contundencia.

El Presidente Maduro describió la operación como un asalto militar, un secuestro y un robo, perpetrado «como piratas del Caribe» contra una nave civil mercante. En este contexto, advirtió que con esta acción, Estados Unidos ha «inaugurado una nueva era, la era de la piratería naval criminal en el Caribe».

Frente a esta situación, el Gobierno venezolano anunció que tomará un conjunto de acciones legales y diplomáticas contra Washington. Además, implementará medidas para garantizar la seguridad de sus naves y asegurar el libre comercio de su petróleo en el mundo, defendiendo lo que considera un derecho soberano inalienable.

La posición venezolana ha encontrado eco en varios actores de la comunidad internacional. El Gobierno de Cuba, a través de su Canciller Bruno Rodríguez, condenó el «vil acto de piratería». De manera similar, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) calificó el hecho como una violación gravísima del Derecho Internacional y un ataque directo contra la soberanía de Venezuela.

Desde Rusia, el Canciller Serguéi Lavrov cuestionó la legalidad de la acción y solicitó explicaciones detalladas a Estados Unidos. Adicionalmente, el Kremlin informó que el Presidente Vladímir Putin sostuvo una conversación telefónica con su homólogo venezolano para expresarle su solidaridad y reafirmar su apoyo ante la «creciente presión externa».

Finalmente, este incidente se enmarca dentro de un despliegue militar estadounidense en el Caribe iniciado en agosto, justificado oficialmente como parte de la lucha antidrogas. Venezuela y varios expertos internacionales sostienen que el objetivo subyacente es un cambio de régimen para controlar las vastas reservas energéticas del país, una acusación que gana fuerza tras la incautación del buque petrolero.

T/RNV