La Asamblea Nacional (AN) declaró por unanimidad a la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, como «persona non grata». Esta decisión se tomó durante la sesión ordinaria del martes 28 de octubre, en respuesta a las declaraciones de la funcionaria que apoyaban agresiones militares estadounidenses contra Venezuela.

El presidente del Parlamento, diputado Jorge Rodríguez, fundamentó la medida como un «asunto de honor, dignidad, moral y respeto» del pueblo venezolano. Asimismo, la AN respaldó la suspensión de acuerdos energéticos con Trinidad y Tobago ordenada previamente por el presidente Nicolás Maduro.

La diputada María Iris Varela, miembro de la Comisión Permanente de Política Exterior, calificó la postura de Trinidad y Tobago como guerrerista contra Latinoamérica y el Caribe. Durante su intervención, cuestionó las amenazas contra la soberanía venezolana y los intentos de violar el derecho a la autodeterminación.

La declaración se sustenta en principios de la Carta de las Naciones Unidas que protegen la integridad territorial y la independencia política de los Estados. La medida parlamentaria representa una respuesta institucional frente a lo que se considera una amenaza a la soberanía nacional y a la paz regional.

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