El presidente Nicolás Maduro, denunció este martes al gobierno de los Estados Unidos por construir una narrativa falsa y un montaje burdo y ridículo contra Venezuela. Durante la instalación del Consejo Nacional para la Defensa de la Soberanía y la Paz, afirmó que estas operaciones de carácter imperial no son creíbles para el mundo y mucho menos para el pueblo venezolano.
El jefe de Estado calificó los ataques como una campaña mediática repleta de mentiras abiertas y titulares tendenciosos. Advirtió que el objetivo de esta estrategia es dañar la libertad de opinión y de acción de la que disfrutan todos los ciudadanos de la República Bolivariana, enmarcándola en una supuesta «lucha contra el narcotráfico».
El primer mandatario señaló que el relato imperial enfilaba sus ataques específicamente contra su persona y sus «hermanos de lucha». Frente a un auditorio que incluía a empresarios privados y líderes de oposición, el mandatario se defendió de las acusaciones sobre enriquecimiento ilícito, asegurando que nunca utilizó su cargo para obtener privilegios o bienes de fortuna.
«Yo los respeto, pero yo nunca he tenido ni tengo ni quiero tener ni procuro ni utilizo la presidencia para ningún tipo de privilegio», afirmó de manera contundente, distanciándose de la imagen de líderes multimillonarios. Condenó que el centro de este falso relato sea hacer creer que su propósito es personal y de obtención de riquezas.
El presidente venezolano aseguró que la coyuntura actual del país es resultado de una operación promovida por EE.UU. y gobiernos subordinados. Subrayó que la soberbia imperial es el motor detrás de las mentiras que se repiten diariamente con la intención de convertirlas en una verdad aparente.
Finalmente, reiteró que el objetivo estratégico final de esta operación es apoderarse de las vastas riquezas naturales de Venezuela. Para lograrlo, denunció que se busca un cambio de régimen, imponer un gobierno títere y ejecutar una agresión sistemática de desestabilización con ramificaciones a nivel internacional.
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