El presidente Nicolás Maduro, reafirmó el compromiso de la nación con la construcción de un modelo de sociedad basado en la armonía, el desarrollo, la prosperidad, la paz y la felicidad compartida.
El mandatario cuestionó abiertamente si la sociedad de los Estados Unidos puede ser un ejemplo para la juventud venezolana. Para sustentar su postura, se refirió a testimonios de jóvenes migrantes que regresaron al país después de sufrir secuestros y encarcelamientos en ciudades como Nueva York, Atlanta y Baltimore.
El jefe de Estado describió una situación donde estos jóvenes fueron presos «por meses sin juicio, sin derecho a la defensa y luego le quitan lo poco que tienen». Estas experiencias son usadas para poner en duda la validez del llamado «sueño americano» y presentarlo como una realidad alejada de la solidaridad.
En contraposición, exaltó los valores de la sociedad venezolana, a la que definió como solidaria y con una vanguardia representada por su juventud. Destacó que son los mismos jóvenes los llamados a hacer realidad la construcción de la «Venezuela Potencia», un proyecto nacional de futuro.
El modelo que se defiende se enmarca en una visión de sociedad socialista, humana y cristiana. Este proyecto nacional se presenta dispuesto a defender firmemente su soberanía para edificar el tipo de comunidad que el pueblo venezolano merece.
El discurso finaliza consolidando la idea de que el camino venezolano es el de la solidaridad y la prosperidad compartida, rechazando otros modelos. Se enfatiza la construcción de una nación soberana que prioriza la felicidad de su pueblo sobre otras influencias.
Enlace a la publicación del presidente Nicolás Maduro en Telegram
T/RNV
