La vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, advirtió que una eventual agresión militar por parte de Estados Unidos (EE. UU.) desencadenaría una de las peores desestabilizaciones que haya conocido el continente. La advertencia fue realizada durante una plenaria extraordinaria del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Desmintió enfáticamente la narrativa estadounidense que justifica la acción militar como una lucha contra el narcotráfico. Señaló que, según informes de la ONU, el 87% de las drogas que entran a EE. UU. provienen del Pacífico, sin utilizar rutas del Caribe o venezolanas.
La alta funcionaria destacó que Venezuela no figura en las principales rutas del narcotráfico ni de drogas sintéticas. Afirmó que el uso de buques militares por parte de EE. UU. responde a una intención geopolítica de ataque y no a una estrategia antidroga genuina, calificando al país como «blanco de una amenaza imperialista».
Para respaldar su postura, enumeró los esfuerzos nacionales, afirmando que Venezuela ha incautado más de 56 toneladas de droga este año y mantiene una política de destrucción completa de todos los cargamentos detectados.
Asimismo, denunció que detrás de las amenazas militares existe un claro interés por los vastos recursos energéticos de Venezuela, en especial sus reservas de petróleo. Acusó a EEUU de haber formalizado una política guerrerista y de haber entrado en una «fase superior de violencia global».
Finalmente, hizo un llamado a los pueblos de Caribe, Suramérica, Centroamérica y al mismo pueblo norteamericano a mantenerse alertas ante esta escalada de agresión, subrayando el riesgo de una grave desestabilización regional.
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