Durante más de medio siglo, Venezuela y China han cultivado una relación bilateral que se ha traducido en una cooperación sólida y multifacética. Este vínculo se ha fortalecido de manera significativa, orientándose hacia el desarrollo mutuo en áreas consideradas estratégicas para el progreso de ambas naciones, sentando las bases para una asociación de beneficio recíproco. Así lo destacó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro, a través de un mensaje en sus redes sociales
«Me alegra el notable avance que hemos tenido en todos los proyectos con China en economía, ciencia, tecnología e Inteligencia Artificial», en un mundo donde el país asiático lleva la delantera con un concepto humano, expresó el jefe de Estado tras su conversación con el embajador de la República Popular China, Lan Hu.
El dinamismo de esta cooperación se materializó con la firma del acuerdo de alianza “A toda Prueba y Todo Tiempo”, un hito que vino a consolidar el marco de trabajo conjunto. Este pacto ha permitido la suscripción de más de 30 acuerdos específicos, los cuales forman parte de un amplio portafolio que supera los 600 acuerdos firmados entre estos socios clave a lo largo de su historia diplomática.
En un material audiovisual compartido por el mandatario nacional, exaltó que las jornadas en las comunidades construyen la democracia completa, de todo tiempo, «porque tiene que ser permanente».
Entre los proyectos más emblemáticos y transformadores derivados de esta colaboración se encuentra la creación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE). Estas zonas han servido como motor fundamental para impulsar el desarrollo de sectores considerados vitales para la economía venezolana, actuando como polos de modernización y crecimiento.
Las ZEE han permitido avanzar decisivamente en áreas críticas como la energía, la agricultura y la tecnología. Este modelo de desarrollo conjunto no solo se enfoca en la inversión, sino también en la transferencia de conocimientos y en la profundización de experiencias exitosas, adaptándolas al contexto local.
El objetivo final de estos ecosistemas especiales es construir una complementariedad económica real. Se busca generar nuevos modelos de intercambio que integren lo económico, lo científico y la innovación, creando una simbiosis que beneficie a ambas naciones y siente precedentes en la región.
El impacto de esta alianza estratégica trasciende las fronteras de Venezuela. El desarrollo del aparato productivo nacional, potenciado por la cooperación china, está diseñado para convertirse en un catalizador que impulse la transformación económica y tecnológica de toda la región de América Latina y el Caribe.
Enlace a la publicación del presidente Nicolás Maduro en Telegram
T/RNV
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