En un anuncio estratégico, el presidente Nicolás Maduro, declaró que la fuerza campesina del país se consolidará como el eje económico principal de la nación. Esta proyección se enmarca dentro del plan integral de producción, organización y defensa militar del territorio nacional, asignando a este sector un rol protagónico sin precedentes.
El mandatario nacional hizo esta afirmación durante una reunión de trabajo con gobernadores y alcaldes del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB). Maduro vinculó el potencial económico directamente con la capacidad productiva de las tierras entregadas por el Estado, enfatizando el objetivo de transformar a Venezuela en un referente alimentario a nivel global.
“Cuando logremos que esa nueva fuerza campesina ponga a producir esas 14 millones 500 mil hectáreas que la Revolución ha entregado con la Ley de Tierras, Venezuela se va a convertir en el verdadero granero de América y del mundo”, aseveró el Presidente con convicción. Esta visión sitúa al campo venezolano en el centro de la estrategia de desarrollo nacional.
Para materializar este objetivo, se estableció un plazo perentorio. Maduro recordó que solo restan 30 días para la constitución formal del movimiento de la Unión Campesina Ezequiel Zamora. La consolidación de este movimiento es crucial para articular las tres tareas asignadas: producción, organización y defensa, consideradas como nuevas formas de organización asociadas a los procesos constituyentes.
Paralelamente, el Jefe de Estado instó a la conformación de un Congreso Constituyente de la Clase Obrera, a la que definió como “la columna vertebral de la Revolución”. El propósito de esta iniciativa es que el sector obrero también impulse la producción, la organización y la defensa de la soberanía nacional desde su propia perspectiva y experiencia.
Con un llamado a la confianza y la fe en la clase trabajadora, Maduro destacó la necesidad de continuar desarrollando los distintos procesos constituyentes que se adelantan en diversos sectores del país. Este enfoque busca una reorganización profunda de las fuerzas productivas y sociales, apuntalando la soberanía nacional a través de la activación total de su capacidad agroalimentaria.
T/RNV