Guyana está obligada a negociar diplomáticamente con Venezuela sobre el Esequibo

La República Cooperativa de Guyana tiene la obligación de sentarse a negociar de buena fe con Venezuela para resolver la controversia por el territorio del Esequibo, sin recurrir a amenazas militares o al uso de potencias extrarregionales. Así lo expresó la vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, en un comunicado oficial, en el que reiteró que la única solución viable debe basarse en el Acuerdo de Ginebra y no en decisiones judiciales unilaterales.

Venezuela sostiene que la solución al diferendo territorial debe darse en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966, el cual establece la necesidad de un acuerdo práctico y satisfactorio para ambas naciones. Este tratado, según el gobierno venezolano, invalidó el laudo arbitral de 1899 —considerado ilegítimo— y reconoció la existencia de una controversia que solo puede resolverse mediante negociación pacífica.

El gobierno venezolano ratificó su compromiso con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, rechazando cualquier intento de resolver el conflicto a través de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). «Una resolución judicial es incompatible con el espíritu del Acuerdo de Ginebra», señaló Rodríguez, al tiempo que denunció presiones externas para favorecer intereses económicos sobre los recursos naturales del Esequibo.

Este 11 de agosto, Venezuela presentó ante la CIJ un documento ampliado con pruebas históricas y jurídicas que respaldan su posición sobre la soberanía del Esequibo. La entrega de este dossier busca reforzar la postura venezolana frente a lo que considera un fallo colonialista impuesto en el siglo XIX.

Venezuela insiste en que Guyana debe acudir a la mesa de negociación sin presiones externas, en línea con los principios de descolonización y solución pacífica de controversias. «El Esequibo no es un tema de imposición, sino de diálogo y justicia histórica», concluyó el comunicado oficial.

La disputa por el Esequibo sigue siendo un tema de alta sensibilidad geopolítica, con implicaciones económicas y estratégicas para ambas naciones. Mientras Venezuela aboga por la negociación directa, Guyana mantiene su confianza en la CIJ, prolongando un conflicto que data de más de un siglo.

T/RNV