El Gobierno venezolano denunció este martes que la administración Trump mantiene a 33 niños y niñas secuestrados y separados de sus familias, exigiendo su liberación inmediata.
A través de su canal de Telegram, el canciller Yván Gil denunció que esta acción viola el derecho internacional, los derechos humanos e incluso las propias leyes estadounidenses. Calificó la medida como “una práctica criminal, inhumana y fuera de la ley”, incompatible con un país que se presenta como defensor de libertades mientras vulnera los derechos fundamentales de la infancia.
Gil señaló directamente a John McNamara, encargado de negocios de EE.UU. en Colombia, como “responsable directo” de lo que consideró una situación “ilegal y profundamente inmoral”, exigiendo la reunificación familiar sin condiciones.
Con el reinicio de las repatriaciones de connacionales, se han hecho públicos varios casos de niños separados de sus padres y trasladados a hogares de acogida o centros de detención, incluso cuando sus progenitores buscan regresar con ellos.
Uno de los casos más conocidos es el de Maikelys Espinoza, una menor que estuvo alejada de su madre y padre (este último secuestrado en El Salvador) hasta ser rescatada el 14 de mayo, luego de intensas gestiones para su regreso.
Además, en Venezuela se han llevado a cabo numerosas protestas exigiendo la repatriación de los menores afectados.
T/RNV