El Poder Legislativo de Venezuela ha declarado personas non gratas a los miembros de la directiva del Parlamento Europeo, así como a los eurodiputados de la derecha radical, por su postura racista contra los migrantes, su presunta implicación en el tráfico de personas y armas, y su apoyo al genocidio cometido por el gobierno israelí de Benjamin Netanyahu contra la población civil palestina en Gaza y los territorios ocupados.

El presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Jorge Rodríguez, afirmó durante una sesión ordinaria que estos dirigentes europeos deben ser declarados no gratos por ser “promotores del genocidio en Gaza, traficantes de armas, drogas y personas, así como individuos indignos e inmorales”. La decisión fue aprobada por mayoría calificada, en respuesta a los crímenes que, según el parlamento venezolano, son avalados por el Parlamento Europeo en Medio Oriente y Europa.

Esta medida surge en medio de lo que Venezuela considera un nuevo intento del europarlamento por atacar al país con argumentos infundados. Rodríguez destacó que Venezuela siempre defenderá su dignidad, moral, independencia y valentía.

Europa, señalada como epicentro del tráfico humano

Rodríguez también denunció el pasado esclavista de Europa, recordando cómo durante los siglos XVI y XVII se extrajeron forzosamente jóvenes de África y otras regiones, una práctica que, según él, persiste en formas modernas. “Europa es la principal industria de trata de personas”, declaró, pidiendo que esta acusación se incluyera en el acuerdo.

Frente a las objeciones de algunos diputados opositores que plantearon matices en el debate, Rodríguez fue contundente, señalando que ningún líder europeo ha condenado la venta de armas a Israel o sancionado a Netanyahu.

Además, comparó la actual tendencia del Parlamento Europeo hacia la derecha radical con el ascenso del nazismo y el fascismo en el siglo XX, mencionando figuras como Adolf Hitler y Benito Mussolini, respaldados en su momento por gobiernos como los de Francia, Inglaterra y Bélgica. Incluso citó al ex primer ministro británico Neville Chamberlain y al rey de Inglaterra como ejemplos de complicidad histórica con regímenes extremistas.

Estos argumentos fueron incorporados al acuerdo final, que acusa a la Unión Europea y a su Parlamento de ser cómplices del genocidio en Gaza, crímenes de lesa humanidad, lavado de dinero del narcotráfico y tráfico de armas y personas, en cumplimiento del artículo 111 del reglamento de la Asamblea Nacional.

T/RNV