El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este domingo el estado de emergencia federal en Texas para agilizar la asistencia tras las graves inundaciones que azotan la región desde el viernes.
La medida busca movilizar recursos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y coordinar esfuerzos en las zonas más afectadas, donde las labores de rescate continúan sin descanso.
El balance provisional de víctimas asciende a 68 muertos, según reportes oficiales, mientras que autoridades mantienen una búsqueda urgente de más de 20 niñas desaparecidas, luego que fuese arrastrado el campamento cristiano al que asistían y que estaba ubicado a orillas del río Guadalupe, cuyo desbordamiento desencadenó la catástrofe.
Respuesta presidencial y solidaridad
A través de su plataforma Truth Social, Trump expresó sus condolencias: «Estas familias enfrentan una tragedia inimaginable. Hemos perdido vidas preciosas y muchos siguen desaparecidos. Estados Unidos está con Texas».
La declaración de emergencia permite el despliegue de fondos federales para albergues temporales, reparación de infraestructuras críticas y apoyo logístico. El gobernador de Texas, calificó la situación como «una de las peores crisis naturales en la historia reciente del estado».
Mientras tanto, los pronósticos meteorológicos advierten sobre nuevas lluvias en la zona, lo que podría complicar las labores de recuperación.
T/RNV