Cada cinco niños en la Franja de Gaza nace prematuro o con bajo peso debido a la desnutrición que sufren las madres y el colapso de los servicios de salud y saneamiento, así lo reveló el último informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) de los últimos 20 meses en la región.
El documento de esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), también denuncia que cerca de 11.000 mujeres embarazadas enfrentan hambruna, mientras 17.000 más necesitan tratamiento urgente por desnutrición aguda, como consecuencia del asedio israelí contra los palestinos y su impacto catastrófico en la población, especialmente en los más vulnerables. Recientemente, dos bebés murieron en el Hospital Nasser en Jan Yunis por desnutrición, tras haber sido «privados de los derechos más básicos de atención médica y alimentación», señala también el escrito.
Con respecto al sistema de salud, la UNICEF describe que el 38 por cierto de los 564 centros médicos están funcionando parcialmente. La escasez de combustible obliga a muchas instalaciones a operar de forma intermitente, y la falta de medicamentos y personal médico está llevando al sistema al límite. El acceso a agua potable también es un problema grave, con una distribución que ha caído un 15 por cierto desde abril, afectando la situación de más de 691.000 mujeres y adolescentes en edad reproductiva quienes tampoco cuentan con los suministros básicos de higiene.
Adicionalmente, el organismo detalló que 1,9 millones de personas, el 90% de la población gazatí, se han visto obligadas a huir de sus hogares mientras que millones de personas en los campamentos de desplazados viven en condiciones extremas, sin acceso a higiene básica ni tratamiento médico. Una situación que se ha visto agravada por el brote de enfermedades infecciosas, empeorando aún más la crisis sanitaria.
La situación se extiende a Cisjordania ocupada, donde los toques de queda y las restricciones de movimiento han afectado los medios de vida, el acceso a la educación y la atención médica. En total, 3,3 millones de palestinos en los territorios ocupados, incluidos 1,7 millones de menores, necesitan asistencia humanitaria urgente.
Por otra parte, la agencia también reveló que el 95% del total de la infraestructura educativa están dañadas o destruidas. La continua violencia, los desplazamientos y la falta de acceso a servicios básicos han dejado a los niños sin un entorno seguro ni atención adecuada.
De acuerdo a información suministrada por el Ministerio de Salud de Gaza, desde el 7 de octubre de 2023, la ofensiva israelí, que incluye un bloqueo que niega la entrada de bienes básicos a la Franja de Gaza, ha acabado hasta ahora con la vida de 56.259 personas.
T/Agencias/RNV
